Última modificación el 9 oct 2017, a las 18:18

Acción racional

Acción racional es aquella en la que se analiza de modo consciente la eficacia de los medios disponibles para alcanzar el fin deseado.


Condiciones

De acuerdo con la mayoría de las corrientes filosóficas, la acción racional no se explica por causalidad mecánica, sino, por el contrario, por la aplicación de la racionalidad. Las razones de las acciones son, por una parte, sus motivos (los fines perseguidos) y, por otra, las creencias acerca de los medios disponibles. Debido a la necesaria adecuación entre medios y fines las acciones racionales son necesariamente contextuales y variables en el tiempo, dependiendo de las características y estado del contexto en que se realizan, así como de la oportunidad de uso de ciertos medios.

Para que una acción sea racional debe cumplir, al menos, los siguientes requisitos:

  • Ser consciente. Los hábitos, por ejemplo, no son acciones racionales; tampoco las acciones gobernadas sólo por las emociones, en especial las violentas como la ira. Es decir, se debe conocer la respuesta a la pregunta ¿qué es lo que vamos a hacer?
  • Ser acciones deliberadas para la obtención de fines bien determinados. Es decir, se debe conocer la respuesta a la pregunta ¿para qué lo hacemos?
  • Las acciones deben estar bien contextualizadas en el lugar y en el tiempo deseados y deseables. Es decir, se debe conocer la respuesta a la pregunta ¿dónde y cuándo lo haremos?
  • Se deben conocer los medios eficaces para obtener los resultados deseados. En caso de que el agente no encuentra o conoce relaciones causales para el fin deseado, el método de ensayo y error también se considera un acción racional si se hace una exploración ordenada como en el método céteris páribus. No son racionales las acciones hechas por mera imitación. Es decir, se debe conocer la respuesta a la pregunta ¿cuáles son los medios aptos para obtener el fin deseado?
  • Se deben conocer los medios humanos y materiales disponibles, que en general no coinciden con los deseables. Es decir, se debe conocer la respuesta a las preguntas ¿de qué disponemos y con quienes contamos para hacerlo?

Acción eficaz

En esta enciclopedia se denomina acción eficaz al conjunto de acciones capaz de conseguir, de modo predeterminado, un resultado deseado (véase la sección de este nombre en el artículo Saber). La acción racional es sólo uno de los métodos de la acción eficaz, no el único. La complejidad del tema, inextricablemente relacionado con el modo de funcionamiento de la mente humana (tema central de la Psicología Cognitiva) ha llevado a la formulación de metáforas, las más conocidas de las cuales son las dos siguientes:

  • La metáfora computacional: la mente es un/a ordenador/computadora (una máquina de Turing). El modelo más simple que realiza esta metáfora es el de condición-acción que se discute a continuación.
  • La metáfora holográfica o de red neural: la mente tiene propiedades distribuidas que no se pueden localizar con precisión. Este es el modelo intuitivo u holístico.

El primero corresponde a la acción racional, el segundo no parece tener nombre universalmente aceptado, pero podría denominarse acción intuitiva (véase el artículo Intuición). No parece haber, hasta la fecha, una síntesis de estos dos modelos aparentemente muy diferentes.

El modelo de condición-acción

En este modelo la acción se realiza en etapas sucesivas, cada una de las cuales está determinada por la información disponible al comienzo de la misma. La información consiste en el conjunto de características o rasgos de la situación inicial (el estado inicial), algunas de las cuales deben modificarse para poder alcanzar el estado final deseado. A cada subconjunto de características, una condición, le corresponde una acción capaz de modificar el estado inicial y acercarlo al estado final. A veces puede ser necesario dar rodeos que alejen de la meta, siempre que sea sólo temporariamente. Por ejemplo (por dar un ejemplo trivial), si el estado inicial es puerta cerrada y se quiere obtener el estado final puerta abierta, la acción necesaria es destrabar el pestillo (si lo hay) y girar la puerta en el sentido que la abre. El procedimiento más eficiente es aquél en el cual las condiciones más probables de ocurrir se colocan primero.

El modelo, en el cual se basaron casi exclusivamente los primeros programas (software) de inteligencia artificial, como Prolog, tiene severas limitaciones. Algunas de ellas son:

  • La inexistencia de prescripciones para la obtención de todas las condiciones.
  • Aún cuando se tuviera el conjunto completo de condiciones, en la mayoría de las situaciones reales la información disponible es incompleta y hay que hacer hipótesis (tema del que se ocupan la Teoría de juegos y la Lógica difusa).
  • La cantidad de etapas necesarias para llegar al estado final puede ser demasiado grande y el procedimiento ser correcto pero sin valor práctico (caso del análisis de todas las jugadas posibles que pueden llevar a dar jaque mate en un juego de ajedrez).

Los estudios hechos indican que en sus acciones exitosas las personas frecuentemente usan el método de condición-acción, pero no es el único método y en algunos casos ni siquiera el principal.


La figura ilustra el método de condición-acción para resolver el problema del encendido de una lámpara, en donde se dan sólo los problemas más comunes.

Fuentes

  • Hubert L. Dreyfus y Stuart E. Dreyfus, Mind over machine. The power of human intuition and expertise in the era of the computer, The Free Press; New York (EE. UU.), 1986.
  • Marvin Minsky, La sociedad de la mente. La inteligencia humana a la luz de la inteligencia artificial, Ediciones Galápago, Bueno Aires (Argentina), 1986.

Véase también

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