Plan Nuclear Argentino

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Aunque la Comisión Nacional de Energía Atómica hace investigaciones científicas y desarrollos tecnológicos en Física Nuclear desde su creación en 1950, es usual denominar Plan Nuclear Argentino a alguna de las siguientes etapas de construcción de centrales nucleares generadoras de electricidad en Argentina.


Etapa 0: 1949‑1952

Según Jorge Sábato, la Etapa 0 del Plan Nuclear Argentino es el Proyecto Huemul, por ser el disparador de las acciones que culminarían en las primeras actividades científico-tecnológicas en este campo (el Proyecto Huemul no tuvo este carácter).

Etapa 1: 1968-1974

Construcción de la Central Nuclear Atucha I.

Período 1974-1983

Construcción de la Central Nuclear Embalse, comienzo de las obras de la Central Nuclear Atucha II, desarrollo del método de enriquecimiento de uranio por INVAP.

Se sospechó, infundadamente, que el Plan Nuclear argentino tenía intenciones militares (véase J. Hymans, Of gauchos and gringos: why Argentina never wanted the bomb, and why Americans thought it did, Security Studies vol. 3 N° 10, 2001, pp. 153-185.

A comienzos de la década de 1990 el programa fue suspendido.

Período 2006-2011

Lanzado el 23 de agosto de 2006[1]. Plantea la finalización de la Central Nuclear Atucha II en 2012, la construcción del CAREM, la producción de agua pesada en la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) operada por ENSI y la reactivación de la Planta de Enriquecimiento de Uranio de Pilcaniyeu. El plan contempla también la aprobación de la construcción de una cuarta central nuclear, la extensión de la vida útil de la Central Nuclear Embalse y la reanudación de la extracción de mineral de uranio. El ente contratante y supervisor de las obras es Nucleoeléctrica Argentina S. A. (NASA).

La construcción de la cuarta central nuclear y la modernización de la Central Nuclear Embalse no serían hechas por científicos y tecnólogos del país sino por la empresa nuclear canadiense AECL.

La inversión prevista en 2006 para la terminación de Atucha II fue de 1.800 millones de pesos. A fines de 2009 el Tribunal de Tasaciones de la Nación lo estimó en 2.650 millones de pesos[2]. El presupuesto total del plan para el año 2009, originalmente de 1.200 millones de pesos, fue reducido a 750 millones de pesos y en los primeros 6 meses de 2009 Nasa había recibido solamente el 8% de ese monto, 48,5 millones de pesos ( informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP). (iEco del 24 de octubre de 2009.)

En agosto de 2010 autoridades del área informaron que profesionales de la CNEA y Nucleoeléctrica Argentina estudian la construcción de una 5ª central nuclear con tecnología de 3ª generación. Esta central usaría como combustible uranio de bajo enriquecimiento y agua liviana como moderador (las actuales usan agua pesada, véase PIAP). Aunque, afirman, debería ser construida por empresas extranjeras, se pondría como requisito la transferencia de tecnología, la fabricación en el país del combustible nuclear y la participación mayoritaria de la industria local. [3]

En septiembre de 2010 el ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio De Vido, firmó en Seúl un memorando de entendimiento con el ministro surcoreano de Economía, Choi Kyoung-hwan. Por el mismo Corea del Sur acuerda colaborar con la Argentina tanto en la construcción de una nueva planta de energía nuclear como en la reparación de las instalaciones nucleoeléctricas ya existentes, según la agencia surcoreana Yonhap. Según la agencia EFE, Seúl espera que el acuerdo le permita exportar su tecnología de construcción de plantas nucleares a Latinoamérica. Corea ya celebró acuerdos para construir cuatro centrales nucleoeléctricas en los Emiratos Árabes Unidos y tiene un acuerdo de cooperación con Turquía para hacer dos plantas en ese país.[4] Se ignora la participación que tendrán en el programa los científicos y tecnólogos de Argentina, con amplios saberes y experiencia práctica en el tema.

Evaluación del Plan Nuclear

Las minas de uranio explotadas por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) para el abastecimiento de las centrales nucleares ha generado problemas ambientales que no fueron debidamente remediados. Véase el artículo Proyecto de Restitución Ambiental de la Minería del Uranio.

Entre 1963 y 1964 la CNEA proveyó a Israel alrededor de 100 toneladas de óxido de uranio (yellow cake) que habrían sido usadas para hacer viable la fabricación de armas nucleares por ese país[5][6].

La reanudación del plan nuclear argentino durante la gestión presidencial de Néstor Kirchner ha sido fuertemente criticado por organizaciones ambientalistas como Greenpeace y RENACE.

A su vez el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, elogió el desarrollo de la energía nuclear con fines pacíficos en Argentina, durante su visita a Bariloche. Durante una visita protocolar a la Argentina señaló que el país está muy desarrollado en estos aspectos y está siendo observado con interés por distintos Estados del mundo: Tienen tecnologías interesantes, están intentando nuevos proyectos y han tomado decisiones valientes aún antes del llamado Renacimiento Nuclear.[7]

Fuentes

Véase también