==Oposición a la extracción de oro con cianuro en Esquel==
A fines del año 2002 se supo que la empresa transnacional Minera El Desquite SA (subsidiaria de Meridian Gold Corporation) se proponía explotar, a cielo abierto, un yacimiento en el Cordón Esquel para extraer oro, entre otros metales pesados, con cianuro. En noviembre de 2002 un grupo multiclasista de vecinos de Esquel —que incluía también a militantes sociales y sindicales, sin distinción de partidos políticos— se organizó para oponerse al emprendimiento. Entre los fundadores de lo que sería una perdurable agrupación se contaban muchos miembros del anterior Movimiento Antinuclear de Chubut (MACH) que se opuso a la localización en Gastre de un repositorio —para ellos "basurero"— nuclear. Este grupo de Vecinos Autoconvocados de Esquel se organizó como una asamblea reunida periódicamente, o cuando las circunstancias lo hicieran necesario, difundiendo su mensaje al resto de la comunidad mediante marchas, escraches y pintadas identificadas con lo que se convirtió en su lema: ¡no a la mina! Luego de numerosas actividades consiguió que el 23 de marzo de 2003 3l el Concejo Deliberante de Esquel convocara a un plebiscito sobre la explotación propuesta por la Minera El Desquite, aunque con carácter no vinculante. Como el 81% de los ciudadanos se pronunciaron en contra de la gran minería y el uso de cianuro, el Concejo Deliberante sancionó la Ordenanza N° 33/2003 que declaró a Esquel ''municipio no tóxico y ambientalmente sustentable''. Del mismo modo, el entonces gobernador de Chubut Rafael Lizurume debió suspender por tiempo indefinido el proyecto minero y la Legislatura Provincial sancionó la [http://www.chubut.gov.ar/ambiente/imagenes/5001.pdf Ley Provincial N° 5001] que prohibe en todo el territorio de Chubut de ''la actividad minera metalífera en la modalidad a cielo abierto y la utilización de cianuro en los procesos de producción minera''. El gobernador de Chubut 2003-2007 Mario das Neves hizo repetidos intentos para la derogación de esta ley, que fueron desarticulados por manifestaciones populares.
A la consigna contra la mina siguió la denuncia contra el saqueo y destrucción de los bienes naturales de un modelo productivo que exporta las valiosas materias primas no renovables pagando escasas regalías y dejando tras suyo un alto costo de enfermedad y contaminación, dilapidando al mismo tiempo recursos escasos y valiosos como el agua.