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'''TANDANOR''' —anteriormente '''Talleres Navales Dársena Norte''', '''Arsenal Naval Buenos Aires''' y '''Talleres Navales de Marina'''— es uno de los mayores astilleros navales de Sudamérica, especializado en reparación y conversión de embarcaciones.
 
'''TANDANOR''' —anteriormente '''Talleres Navales Dársena Norte''', '''Arsenal Naval Buenos Aires''' y '''Talleres Navales de Marina'''— es uno de los mayores astilleros navales de Sudamérica, especializado en reparación y conversión de embarcaciones.
  

Revisión del 18:46 22 may 2014

Ubicación en
el Puerto de Buenos Aires.

TANDANOR —anteriormente Talleres Navales Dársena Norte, Arsenal Naval Buenos Aires y Talleres Navales de Marina— es uno de los mayores astilleros navales de Sudamérica, especializado en reparación y conversión de embarcaciones.


Historia

Los entonces llamados Talleres Navales de Marina comenzaron a reparar buques el 10 de noviembre de 1879, durante la presidencia de Nicolás Avellaneda, en un pequeño varadero a orillas del río Luján (provincia de Buenos Aires).

En 1901 se hicieron reparaciones al Antartic, el buque de expedición sueco comandado por el famoso explorador [ Otto Nordenskjold]. El 2º comandante, como práctico, era el marino argentino [ José Maria Sobral]. Hacia fines de 1910 se habían reparado en sus diques un promedio de más de 100 buques anuales.

Instalaciones en el Puerto de Buenos Aires.

En febrero de 1922 el astillero fue rebautizado Arsenal Naval Buenos Aires. Cuando en 1942 se creó la Flota Mercante del Estado, el astillero reparó y puso en servicio los antiguos buques extranjeros requisados y comprados para este fin.

Para cubrir las necesidades de la flota mercante estatal y competir en el campo de las reparaciones navales se constituyó la sociedad anónima Talleres Navales Dársena Norte (TANDANOR), con mayoría de capital estatal y dirigida por la Armada Argentina y la Administración General de Puertos. La nueva empresa incorporó talleres navales de la Armada y 2 diques secos de la Administración General de Puertos.

En 1973 la Armada le aportó el personal e instalaciones de TARENA, otro importante astillero estatal. En ese momento TANDANOR tenía 8 diques y necesitaba ampliar su capacidad debido al incremento en la actividad marítima del Océano Atlántico.

En 1978 comenzó la obra de ampliación de instalaciones contratada con Pearlson Engineering en Miami (EEUU), cuyo director Raymond Pearlson había inventado el sistema de elevación de buques Syncrolift que se quería implantar. El volumen total de las estructuras construidas fue de unos 6.600 m³, mientras que el Syncrolift requirió la fabricación mas de 1.500 m de vigas pretensadas con un volumen de 2.350 m³.

En 1991, durante la presidencia de Carlos Saúl Menen, TANDANOR fue irregularmente vendido a una empresa privada con fines de especulación inmobiliaria, empresa que luego quebró. Unos 150 trabajadores, más de la mitad de los cuales seguían trabajando en el astillero en 2009, lograron mantenerlo en actividad hasta su reestatización, el 30 de marzo de 2007, por Decreto PEN N° 315/2007, durante la gestión del presidente Néstor Kirchner. Los trabajadores recibieron, en reconocimiento de sus esfuerzos, el 10% del capital de la empresa.[1] Los responsables de la fraudulenta operación de venta fueron procesados y se esperaba el juicio oral para fines del 2010.[2]

En 2008 el Ministerio de Defensa decidió constituir el Complejo Industrial Naval Argentino (CINAR), integrando TANDANOR con el Taller Almirante Storni (ex Domecq García) de construcción y reparación de submarinos.

Actualidad

TANDANOR desarrolla actualmente sus actividades en la Planta de Dársenas al Este del Puerto de Buenos Aires, con una superficie propia de 21 ha, incluyendo el Syncrolift, capaz de levantar y buques de hasta 220 m de eslora.

El 10 de noviembre de 2009, durante el acto de conmemoración de los 130 años de TANDANOR, la ministra de Defensa Nilda Garré anunció que el CINAR construiría 4 patrulleros oceánicos multipropósito (POM) para la armada argentina. Con un presupuesto de $ 600 millones, constituirían la mayor inversión naval de la década e instrumentos centrales para actividades contralor, búsqueda y rescate en el mar territorial argentino.[3] El proyecto POM fue iniciado en 2004 conjuntamente con Chile, que en 2009 ya había construido dos barcos diseñados en el astillero alemán Fassmer. Cada POM tiene los siguientes rasgos: 80,6 m de eslora, 13,3 m de manga, 1800 toneladas de desplazamiento, una planta propulsora de 2 motores MAN B&W 12 RK 270 con dos ejes, alcanza una velocidad máxima de 20 km/h, aloja 30 tripulantes y 10 pasajeros, tiene una autonomía de 6.500 millas náuticas a 13,5 nudos.[4]

Submarino San Juan.

La revista alemana Der Spiegel informó que un ex directivo de la empresa alemana Ferrostaal informó el pago de coimas para la adjudicación de contratos para la provisión de tecnologías a los POM a fabricarse en Argentina. A raíz de esas denuncias, a fines de junio de 2010, el fiscal federal Eduardo Taiano impulsó acción penal contra un ex subdirector del astillero Tandanor, dos ex oficiales superiores de la Armada, dos abogados y tres empresarios por las supuestas coimas. Taiano imputó al ex vicedirector de Tandanor, vicealmirante retirado Gustavo Lepron, a los contralmirantes retirados Alejandro Francisco Uberti y Juan Carlos Palma, al abogado naval Osvaldo Luis Parrinella, al ex presidente de Ferrostaal Alemania Matthias Mitscherlich, al directivo Peter Fischer-Hollweg, al abogado Helmut Cristian Graf y al ex presidente de Ferrostaal Argentina Gustavo Frers. Los empresarios alemanes supuestamente contactaron a funcionarios de la Armada y de Defensa y habrían repartido poco más de € 200.000 en coimas por un contrato de € 3,5 millones para la provisión de tecnologías.[5]

El 3 de junio de 2010 la ministra de Defensa, Nilda Garré, anunció que se pondrían en marcha los estudios para dotar a buques o submarinos de la Armada de propulsión nuclear. Las tareas serían llevadas a cabo por el CINAR e NVAP, cuyo reactor CAREM parece ser el más apropiado para la ese fin.[6]

En mayo de 2014 TANDANOR completó la reparación del submarino San Juan —de 2.200 t de desplazamiento, 65 m de eslora y velocidad máxima de 14 nudos— habiendo abandonado los planes de su conversión a energía nuclear sin mediar información pública al respecto. El submarino estaba en reparación desde el año 2007 y la culminación de las tareas parece señalar el inicio de la recuperación del astillero y, tal vez, la finalización del desde 1991 inconcluso submarino Santa Fe.[7]

Fuentes