==Origen y naturalezaAntecedentes históricos==Los valores morales son como los postulados matemáticos, se ponen o no A partir del siglo III dC la forma de vida en juegotodo el imperio romano comenzó a tener cambios sustanciales. No pueden imponerse, pero deberían explicitarse. No tienen fundamentación previa (Se produjo una creciente urbanización que concentró el poder en un reducido grupo de personas en las religiones ciudades: los formulan como una “ley natural”)senadores, pero sus consecuencias deben analizarse racionalmente. A diferencia de los postulados matemáticos —que son siempre aplicables en pie de igualdad— los valores tienen abstrusas prioridades donde comandantes militares y algunos priman sobre otros, formando complejos sistemas reguladores funcionarios de nuestras accionesalto rango. La justicia social es Estos ricos y poderosos llevaron un valor, permanentemente declamado por todos los políticos pero rara estilo de vida cada vez más hedonista y extravagante. El control del imperio requería una administración cada vez llevado a la prácticamayor con el mantenimiento de grandes cantidades de funcionarios y de fuerzas militares. Su rasgo central es la innata igualdad Las zonas rurales del país se consideraban como méros apéndices de derechos las ciudades a las que debían proveer de todos alimentos y otras materias primas para los artesanos urbanos, los miembros que estaban sujetos a sus gremios sin libertad de cambiar de una sociedad, independientemente oficio. Los numerosos golpes de su linajeestado, bienesusualmente por comandantes militares, poder hicieron que en Roma y destrezas. La consecuencia central de la justicia social debería ser la garantía las capitales de provincia aumentaran las intrigas palaciegas, las alianzas volátiles y los riesgos para los cortesanos que cualquier persona tenga lo imprescindible para el cabal desarrollo caían en desgracias. Todo este sistema de su vida: alimentaciónestaba sustentado en cuantiosos impuestos que afectaban más a los más débiles, vestimenta, vivienda, seguridad personal, salud, participación social, comprensión del mundo. La justicia social no garantiza ni excluye la prosperidad o el lujo, en tanto no atenten contra su objetivo central ya que los poderosos senadores estaban exentos de ellos y cada vez más desentendidos de nivelar las oportunidades iniciales necesidades de todos los miembros de la sociedadciudadanos comunes.
Todos sabemos que no vivimos en una sociedad con justicia social. Los pobres, Para eludir los que no alcanzan impuestos muchos comenzaron a cubrir sus necesidades económicas básicas de alimentaciónabandonar las ciudades, vestimentadonde los controles eran continuos, vivienda para residir en propiedades rurales. El gobierno trató de impedirlo con controles cada vez más rigurosos sobre todo tipo de transacciones comerciales y operaciones de compra y salud, constituyen (según las encuestas) cerca del 40% venta de la poblaciónpropiedades. Los indigentesLas únicas transacciones monetarias no reguladas ni gravadas fueron las donaciones, los que no alcanzan siquiera comenzaron a saciar su hambre (porción de la población usarse crecientemente como medio de difícil acceso para los encuestadores) constituyen aproximadamente el 20% de la población de Argentinaevasión impositiva, país del mismo modo que produce suficientes alimentos hoy se usan cooperativas y fundaciones para una población el triple que la propiahacer buenos negocios. Para Uno de los que priorizan métodos más usados fue la justicia social una donación de las funciones principales del estado (la comunidad nacional organizada) es proveer propiedades a patrones ricos y políticamente poderosos, senadores y funcionarios, que luego la ayuda necesaria para terminar devolvían con esta situación, es decir, promover el estado general carácter de bienestar, el “welfare state”tenencia sin mediar intervención del gobierno. En tal caso la discusión debe versar exclusivamente Como estos arreglos se hacían por pedido (ya en latín ''preces'', que no se cuestiona la necesidad pronuncia ''prekes'') se denominaron ''precarium''. El carácter precario de los arreglos, basados sólo en la justicia social) sobre cuáles son los medios más idóneos para brindar buena fe del poderoso, ponían al mayor número donante en relación de pobres la máxima ayuda posibledependencia con aquél. Allí es El sistema se extendió luego a las clases menos pudientes, donde la protección del poderoso se desnudan algunos obtenía a cambio de los principales problemas argentinosservicios personales del protegido. Como la relación se establecia cuando el débil aceptaba acatar (en latín ''cluere'') las órdenes del poderoso, pasados y presentesel vínculo así establecido se denominó ''relación de clientela''.
El supuesto relevamiento (Las relaciones de clientela fueron el cemento principal del sistema político que por supuesto no es tal) surgió después de la pobreza ha sido en Argentina tradicionalmente encomendado a los referentes barriales de los diferentes partidos políticosdesintegración, los usualmente denominados “punteros”. Estos referentes supuestamente conocen a las personas del barrio, sus ingresos (que en sociedades capitalistas como la nuestra son el medio indispensable para la satisfacción de las necesidades básicas) y sus más graves problemas. Estos referentessiglo V, frecuentemente (pero no sabemos qué porcentaje del Imperio Romano de las veces) bien intencionados, deben también ayudar a satisfacer la principal necesidad de los políticosOccidente: obtener votos. Es por esta razón que la gran transferencia de recursos se produce, queja habitual de los ciudadanos en general, en tiempos electorales. Una vez individualizados los potenciales receptores, buena parte de la ayuda personal (no las obras barriales que serán anunciadas y ojalá inauguradas por el intendente, gobernador o presidente, según el monto de la inversión) es canalizada a través de los mismos referentes, ignorándose también qué porcentaje es “retenido” por ellosfeudalismo. Los dejados fuera del Este sistemaha llegado hasta nuestros días, el porcentaje sin variantes de la ayuda que “se pierde” en fondo, con el camino, la continuidad de la misma y la razón nombre de este supuesto medio de promover la justicia social merecen análisis detallado. Empezaré por el último punto''clientelismo''.
==Principales rasgos del clientelismo==La lógica subyacente en estas operaciones se basa en una peculiaridad cultural argentina (probablemente también latinoamericana, española e italiana, es decir, latina): la importancia que se asigna a los vínculos personales, sean igualitarios de amistad o asimétricos de dominación - dependencia (padrino – ahijado, protector – protegido, político – cliente). Las relaciones relación de clientela que aquí nos interesan no son entre un invento argentino, ni siquiera español, se remontan a los finales del Imperio Romano y fueron el cemento principal de la sociedad feudal que surgió después de su desintegración. La precariedad e inseguridad de la vida de la mayoría de las personas de esa época sólo podía reducirse a niveles tolerables mediante arreglos privados de intercambio de servicios personales por la protección de un patrón poderoso, relación denominada de “clientela” (del latín “cluere”, acatar u obedecer). Esta relación, que mirada desde un punto de vista benigno puede ser considerada como filantrópica, en la práctica somete al cliente a los designios del el patrón, a quien económicamente (en el caso actual, políticamente) conviene que la dependencia nunca termine. Se trata, pues, de una relación típicamente feudal que tiende a profundizar la desigualdad social, no a eliminarla. Uno de los logros principales de las sociedades democráticas fue justa y precisamente la condena (ya que no la eliminación) de estos vínculos de dependencia, la afirmación teórica de que todos los seres humanos, por el sólo hecho de serlo, tienen los mismos derechos básicos. La práctica democrática eficaz debe ir bastante más allá, requiere proteger a los más débiles de los más poderosos, sin condicionamientos ni contraprestaciones. Desde el punto de vista del estado de bienestar es, pues, requisito que la ayuda a los pobres (eufemísticamente denominados carenciados, sin especificar de qué) no esté condicionada ni retaceada. Es importante señalar aquí que si bien en toda relación hay dos partes (y por lo tanto presunto consentimiento mutuo), no son comparables las situaciones del un débil y del poderoso. Con contadas y heroicas excepciones, el valor máximo de cualquier persona es su vida y la de sus familiares. Cuando esta supervivencia se pone en juego (y no necesariamente la desidia o la deshonestidad como quieren hacernos creer algunos) es comprensible que se consideran válidos medios que en mejores circunstancias no lo serían. En sociedades intrínsecamente injustas como la nuestra la relación clientelar puede ser el único medio percibido (aunque con seguridad no el único existentecliente) como potencialmente capaz de resolver tiene los problemas más graves de una persona desposeída.siguientes rasgos:
La * Es asimétrica. Aunque en toda relación de clientela requiere tanto hay presunto consentimiento mutuo, el ocultamiento de débil está en gran desventaja respecto al poderoso.* Es autoritaria. Para recibir los verdaderos mecanismos de otorgamiento de la ayuda socialbeneficios el cliente debe obedecer al patrón.* Es interesada. El patrón quiere lo que el cliente puede dar (votos, como la arbitraria selección de sus beneficiarios. Si hubiera “transparencia” —como metafóricamente se denomina en la jerga popular asistencia a la completa reuniones y libre disponibilidad manifestaciones, en ciertos casos uso de información— los necesitados de ayuda sabrían de su derecho la violencia sobre otros...). El cliente quiere a recibirla y de los requisitos cambio lo que el patrón puede darle (idénticos para todos) para su obtención. Los referentes barriales y políticos dejarían entonces de ser los mediadores ineludibles para la recepción de los beneficios. Uno de los medios para lograrlo sería ingreso a un empadronamiento responsable de los pobres hecho por personal idóneo e independiente de los partidos políticosplan social, es decir con cargos estables (no contratos temporarios arbitrariamente renovados o no) ganados en concursos “transparentes”. Este mecanismo es el usado por los países industrializados bajo el nombre genérico de seguro de trabajotemporrios, donde incluye la entrega de información sobre empleos adecuados a las habilidadesbienes, aunque generalmente no de capacitación (es decirdinero, apoyo a usurpaciones de mejora de esas habilidadestierras...)* Es corrupta. Otra propuesta, más ambiciosa y El patrón es un político que no ha recibido la detallada difusión usa sus bienes o trabajo para dar al cliente lo que merecenecesita, es la asignación a todos los ciudadanos sino bienes del Estado o el uso de una prestación básica universal equivalente a un salario mínimo vital (suficiente su poder directo como funcionario o su influencia sobre otros funcionarios para cubrir todas las necesidades básicas) y móvil (reajustado otorgar lo que no corresponde al cliente o no obtendría en base a la inflación). Parece a primera vista absurdo pagarles a los ricosel mismo plazo, pero si (cantidad y es un gran “si”) los impuestos fueran progresivos, aplicados y cobrados a todos los ingresos calidad por encima de las vías normales.* Profundiza la prestación básica universal (desigualdad social. Al patrón no sobre los productos necesarios para le conviene que la satisfacción de las necesidades básicas como lo hace el IVA)relación termine, la recuperación de por lo pagado a quien que no dará al cliente lo que necesita sería automáticapara ser autónomo, no habría selección arbitraria de beneficiarios y los intermediarios inevitablemente desaparecerían. Ésta última es seguramente para algunos una poderosa razón para la no discusión de la propuestasólo aquello que lo hace ser más dependiente.
Sólo llegan al conocimiento público las violaciones flagrantes del pacto tácito Uno de ayuda mutua los principales logros de las sociedades democráticas fue la relación de clientela, como cuando algún puntero o politicucho menor se queda con condena (ya que no la mayoría o la totalidad eliminación) de la ayuda pagada por la comunidad a través estos vínculos de los impuestos, típicamente útiles escolaresdependencia, comida envasada, vestimenta, colchones, chapas. Se desconoce la fracción afirmación teórica de que regularmente es retenida por todos los intermediarios en lo que ellos rotulan como legítima comisión seres humanos, por servicios prestados más allá el sólo hecho de la línea del deberserlo, pero no es exagerado estimar que no menos de la mitad de la inversión inicial desaparece en su tránsito por tienen los sinuosos caminos de la corrupciónmismos derechos básicos. Mecanismos arbitrarios de selección y asignación como éste son causa —sino seguraLa práctica democrática eficaz debe ir bastante más allá, muy probable— de corrupción para sus dadores y para sus receptores. El mecanismo usualmente tácito (es una frecuente excepción la firma de afiliaciones partidarias) es que el receptor de la ayuda ayude requiere proteger a su vez al referente barrial o político a reafirmar su estatus en la organización clientelar, típicamente mediante la concurrencia y la manifestación los más débiles de aprobaciones y agradecimientos en los actosmás poderosos, mitines o comilonas que como guirnaldas adornan las campañas electoralessin condicionamientos ni contraprestaciones. Además, la falta de concurrencia sin causa bien justificada sería seguro motivo Desde el punto de suspensión vista de la ayuda. Es así [[justicia social]] es necesario que la mayoría de ayuda a los asistentes pobres (como bien sabe quien ha estado en ellos) no asisten por convicción o vocación, sino por el compromiso clientelar o los beneficios inmediatos del paseo, la comida, la bebida esté condicionada ni retaceada. Con contadas y, excepcionalmente, las drogas (si no lo creen lean, por ejemploheroicas excepciones, el trabajo valor máximo de Javier Auyero “Clientelismo político”, o mejor, concurran a alguno cualquier persona es su vida y la de esos eventos, apropiadamente caracterizados)sus familiares. Los políticos tienen la fuerte pero discutible convicción de que con esos mecanismos discrecionales de distribución de beneficios Cuando esta supervivencia se obtienen votos. Es probable pero pone en juego (y no seguro, ya que en el presunto secreto del cuarto oscuro cada cual puede necesariamente la desidia o la deshonestidad como quieren hacer lo que mejor le plazca. Lo más probable creer algunos) es comprensible que se respete el pacto tácito, ya consideran válidos medios que la mayoría sentiría como degradación moral en mejores circunstancias no devolver el favor recibido: “hoy por mí, mañana por ti”lo serían. Paradójicamente, y ésta es parte importante de En sociedades intrínsecamente injustas como la argentina la intrínseca maldad del sistema, se sentiría corrupto relación clientelar puede ser el beneficiario que único medio percibido (aunque con seguridad no avalara activamente a su “benefactor” aunque le constara su deshonestidadel único existente) como potencialmente capaz de resolver los problemas más graves de una persona desposeída.
El clientelismo político no promueve la justicia social sino la perduración de prácticas sectarias (está favorecido por no decir facciosas o mafiosas) que han caracterizado la cultura de estas tierras desde la época colonial (ver, por ejemplo, Eduardo Saguier, “Un debate histórico inconcluso en la América Latina (1600-2000). Cuatro siglos de lucha en el espacio colonial rioplatense y en la Argentina moderna y contemporánea”). Estas prácticas no afectan exclusivamente a los más pobres, están imbricadas en toda la estructura social una peculiaridad cultural argentina—probablemente también latinoamericana, aún en las supuestamente impolutas escuelasespañola e italiana, universidades y centros de investigación (como detalladamente analiza Saguier). El clientelismo es una de las caras más visibles, pero no la única, de las inmorales prácticas políticas argentinas. No es la causadecir, es una consecuencia de latina— la generalizada creencia de importancia que no valen las capacidades que tiene o los comportamientos que tuvo alguien respecto de se asigna a los demásvínculos personales, sino el valor práctico que esa persona tiene para uno mismo. En esta concepción utilitaria sean igualitarios de las personas, las ajenas al grupo de los considerados como pares (característica de los sistemas sectarios) no valen como fines en sí mismas (como lúcidamente prescribiera Kant), sino sólo como medios para la consecución amistad o asimétricos de los fines propiosdominación. Su consecuencia inevitable es la supervivencia Otro ejemplo común de los más fuertesun vínculo asimétrico, la profundización de la desigualdad. La justicia social sólo puede alcanzarse cuando se valora al otro (pertenezca o no al grupo selecto) como potencialmente igual a uno, aunque tal vez desfavorecido por la suerte. En esta concepción nuestro linaje, bienes, poder y destrezas deben ser fuente el de agradecimiento hacia quienes los hicieron posiblespatrón-cliente, pero también de responsabilidad indeclinable hacia los que no fueron tan favorecidos como uno. El sistema de valores predominante no es sólo una característica más de una cultura, es la determinante del futuro de la mayoría el de sus integrantespadrino–ahijado.
==Reacciones contra el Carácter estructural del clientelismo=====Fábricas recuperadas===Movimiento El relevamiento —que en realidad no es tal— de la pobreza ha sido en Argentina tradicionalmente encomendado a los referentes barriales de los diferentes partidos políticos, los usualmente denominados ''punteros''. Estos referentes supuestamente conocen a las personas del barrio, sus ingresos (que en las sociedades capitalistas son el medio indispensable para la satisfacción de las Empresas Recuperadas[[necesidades básicas]]) y sus más graves problemas. VerEstos referentes, frecuentemente (aunque no se sabe qué porcentaje de las veces) bien intencionados, deben también ayudar a satisfacer la principal necesidad de los políticos: http://wwwobtener votos.catedrasEs por esta razón que la gran transferencia de recursos se produce, queja habitual de los ciudadanos en general, en tiempos electorales.fsocUna vez individualizados los potenciales receptores, buena parte de la ayuda personal (no las obras barriales que serán anunciadas y ojalá inauguradas por el intendente, gobernador o presidente, según el monto de la inversión) es canalizada a través de los mismos referentes, ignorándose también qué porcentaje es "retenido" por ellos.uba.ar/salvia/lavbo/textos/13_5Los dejados fuera del sistema, el porcentaje de la ayuda que "se pierde" en el camino, la continuidad de la misma y la razón de este supuesto medio de promover la justicia social requieren análisis detallado.htm
===Piqueteros===La relación de clientela requiere tanto el ocultamiento de los verdaderos mecanismos de otorgamiento de la ayuda social, como la arbitraria selección de sus beneficiarios. Si hubiera "transparencia" —como metafóricamente se denomina en la jerga popular a la completa y libre disponibilidad de información— los necesitados de ayuda sabrían de su derecho a recibirla y de los requisitos, idénticos para todos, para su obtención. Los referentes barriales y políticos dejarían entonces de ser los mediadores ineludibles para la recepción de los beneficios. Uno de los medios para lograrlo sería un empadronamiento responsable de los pobres hecho por personal idóneo e independiente de los partidos políticos, es decir con cargos estables (no contratos temporarios arbitrariamente renovados o no) ganados en concursos "transparentes". Este mecanismo es el usado por los países industrializados bajo el nombre genérico de seguro de trabajo, donde incluye la entrega de información sobre empleos adecuados a las habilidades, aunque generalmente no de capacitación (es decir, de mejora de esas habilidades). La eliminación del clientelismo en el otorgamiento de planes de trabajo —''Trabajo sin clientelismo''—[http://wwwblogs.rionegroclarin.com.ar/diariodevozenvoz/2009/12/021/125971843918710-000-manifestantes-reclaman-trabajo-sin-clientelismo-] fue en noviembre de 2009 la consigna de varias agrupaciones sociales y piqueteras.php Sólo llegan al conocimiento público las violaciones flagrantes del pacto tácito de ayuda mutua de la relación de clientela, como cuando algún puntero menor se queda con la mayoría o la totalidad de la ayuda pagada por la comunidad a través de los impuestos, típicamente útiles escolares, comida envasada, vestimenta, colchones, chapas. Se desconoce la fracción que regularmente es retenida por los intermediarios en lo que ellos rotulan como legítima comisión por servicios prestados, pero no es exagerado estimar que no menos de la mitad de la inversión inicial desaparece en su tránsito por los sinuosos caminos de la corrupción. Mecanismos arbitrarios de selección y asignación como éste son causa de corrupción para sus dadores, pero también para sus receptores. El mecanismo usualmente tácito —es una frecuente excepción la firma de afiliaciones partidarias— es que el receptor de la ayuda ayude a su vez al referente barrial o político a reafirmar su estatus en la organización clientelar, típicamente mediante la concurrencia y la manifestación de aprobaciones y agradecimientos en los actos, mitines o comilonas que abundan en las campañas electorales. Además, la falta de concurrencia sin causa bien justificada sería seguro motivo de suspensión de la ayuda. Es así que la mayoría de los asistentes pobres (como bien sabe quien ha estado en ellos) no asisten por convicción o vocación, sino por el compromiso clientelar o los beneficios inmediatos del paseo, la comida, la bebida y, excepcionalmente, las drogas (véase Auyero ). Los políticos tienen la fuerte pero discutible convicción de que con esos mecanismos discrecionales de distribución de beneficios se obtienen votos. Es probable pero no seguro, ya que en el supuesto secreto del cuarto oscuro cada cual puede hacer lo que mejor le plazca. Lo más probable es que se respete el pacto tácito, ya que la mayoría sentiría como degradación moral no devolver el favor recibido. Paradójicamente, y ésta es parte importante de la intrínseca maldad del sistema, se sentiría corrupto el beneficiario que no avalara activamente a su "benefactor" aunque le constara su deshonestidad. El clientelismo político no promueve la justicia social sino la perduración de prácticas sectarias, por no decir facciosas o mafiosas, que han caracterizado la cultura argentinas desde la época colonial (léanse, por ejemplo, los trabajos de [ Eduardo Saguier]). Estas prácticas no afectan exclusivamente a los más pobres, están imbricadas en toda la estructura social argentina, aún en las supuestamente impolutas escuelas, universidades y centros de investigación (como detalladamente analiza Saguier). El clientelismo es una de las caras más visibles, pero no la única, de las inmorales prácticas políticas argentinas. No es la causa, es una consecuencia de la generalizada creencia de que no valen las capacidades que tiene o los comportamientos que tuvo alguien respecto de los demás, sino el valor práctico que esa persona tiene para uno mismo. En esta concepción utilitaria de las personas, las ajenas al grupo de los considerados como pares (característica de los sistemas sectarios) no valen como fines en sí mismas (como lúcidamente prescribiera Kant), sino sólo como medios para la consecución de los fines propios. Su consecuencia inevitable es la supervivencia de los más fuertes, la profundización de la desigualdad. La justicia social sólo puede alcanzarse cuando se valora al otro (pertenezca o no al grupo selecto) como potencialmente igual a uno, aunque tal vez desfavorecido por la suerte. En esta concepción nuestro linaje, bienes, poder y destrezas deben ser fuente de agradecimiento hacia quienes los hicieron posibles, pero también de responsabilidad indeclinable hacia los que no fueron tan favorecidos como uno. El sistema de valores predominante no es sólo una característica más de una cultura, es la determinante del futuro de la mayoría de sus integrantes.
==Fuentes==
* Solivérez, Carlos E.; [http://rionegro.com.ar/arch200510/12/o12a02.php ''Los valores, la justicia social, el clientelismo y la corrupción'']; diario Río Negro; 12 de octubre de 2005.
* Solivérez, Carlos E.; [http://www.rionegro.com.ar/diario/2008/03/27/20083o27s03.php ''La crisis del clientelismo'']; diario Río Negro del 27 de marzo de 2008; p. 25.
* Lozada, Salvador María; [filehttp://www.argenpress.info/G:/Mis%20documentos/Fenómeno%20tecnológico%20argentino2009/Política10/Pobreza%20y%20clientelismo%20por%20Lozadaargentina-pobreza-y-clientelismo.htm html ''Argentina: pobreza y clientelismo''] ; Argenpress; 23 de octubre de 2009.
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