[[Archivo:Colores primarios mezcla luces.jpg|300px|right|thumb|<center>Mezcla de luces de los tres colores primarios.</center>]]
El fenómeno luminoso, inseparable del de percepción de los colores, es una excelente ejemplificación de cómo nuestra percepción del mundo está condicionada por nuestra experiencias y por nuestros órganos de los sentidos. Concordamos sin dudas con otras personas sobre a qué denominar ''luz'' sólo si esas personas son videntes. No podemos explicarle a un ciego de nacimiento qué es la luz, y cuando cuando una persona que nació ciega recupera la vista en la edad adulta al principio "no ve nada", su cerebro debe aprender a interpretar la nueva informaación que le brindan sus ojos (véase, por ejemplo, Gregory, capítulo 11). Es decir, la luz como fuente de información existe para las personas que tienen visión, y la visión es una capacidad generada por la concurrencia de los ojos y el cerebro (las señales de los nervios ópticos y la interpretación que el cerebro hace de ellas).