Accidentes nucleares en Argentina

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Un accidente nuclear consiste en la liberación de sustancias radiactivas fuera de una instalación nuclear de cualquier tipo, sea una central nucleoeléctrica, un depósito de combustibles usados, un reactor de ensayo, de investigación, de producción de radioisótopos o de tratamiento médico. La liberación puede ser accidental (caso de Chernóbil) o deliberada para evitar males mayores (caso de Fukushima). Un accidente menor se denomina incidente nuclear. Algunos expertos creen que, como sucedió con el accidente del reactor RA-2, hubo tanto accidentes nucleares en Argentina como incidentes nucleares que las autoridades competentes no dieron a conocer. El control de la seguridad nuclear en Argentina compete a la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN).


Accidente del reactor nuclear experimental RA-2

El accidente nuclear de mayor envergadura ocurrido en Argentina, de nivel 4, se produjo por errores operativos el 23 de septiembre de 1983 mientra se hacía una reconfiguración del nucleo del reactor de investigación de baja potencia (0,1 W) RA-2 del Centro Atómico Ezeiza, que había comenzado a funcionar en 1966. El operador recibió una dosis letal de 2000 rad de radiación γ y 1.700 rad de neutrones, que le produjo la muerte 2 días después. Trece personas más fueron afectadas por dosis menores que 15 rad. La comisión investigadora secretamente convocada por el presidente de la CNEA, contraalmirante Carlos Castro Madero, hizo un informe que no se ha divulgado hasta la fecha; la prensa tampoco fue nunca informada del accidente. El informe fue transcripto en inglés por el organismo regulador de las actividades nucleares estadounidenses, en una de cuyas partes se lee:

The ad hoc commission identified shortcomings in the installation and operational procedures, as well as in the way approval was obtained and supervision of the experiments was carried out. Because the reactor had been operating for so many years without incident, an excessive degree of confidence had been fostered in regard to minor operations. In addition, other more urgent requirements of the nuclear program took precedence.

La traducción al castellano es:

La comisión especial identificó errores en la instalación y en los procedimiento hechos, así como en la forma que se hizo la aprobación y supervisión del experimento. Debido a que el reactor había estado operando por muchos años sin incidentes (17) se generó un excesivo grado de confianza en desarrollo de las operaciones menores. Además, se dio prioridad a otras actividades urgentes del programa nuclear.

En realidad hubo grave negligencia, ya que ninguna de las personas que estaban en las instalaciones portaba dosímetro, y la radiación recibida debió ser estimada por métodos indirectos (Dorval y otros, p. 2). Las medidas tomadas por la CNEA tras el accidente se describen así en la Memoria Anual 1983 (p. 24):

En ocasión del lamentable accidente ocupacional ocurrido en el Reactor RA-2 el 23 de septiembre de 1983, que causó la primera víctima mortal por sobreirradiación en la historia de la CNEA, el Departamento Protección Radiológica adoptó un conjunto de medidas tendientes a la evaluación radiológica y a la asistencia médica del personal involucrado. Las acciones principales fueron:
1. Procesamiento de los dosímetros de área y personales.
2. Obtención de información para la reconstrucción del accidente y la evaluación dosimétrica.
3. Medición de actividad inducida en las instalaciones del CAE, con el fin de estimar las dosis y su distribución corporal.
4. Evaluación dosimétrica del personal afectado, en base a la información obtenida.
5. Definición de la asistencia médica del personal involucrado y ejecución y supervisión de la misma.

Se señala más adelante en el mismo informe (p. 26):

Con motivo del accidente ocurrido el 23 de septiembre en el reactor RA-2, el Grupo de Intervención en Situaciones Anormales del Departamento Inspectorado realizó las siguientes tareas:
1. Se monitoreó a las personas presentes en el RA-2, inmediatamente después del accidente, hasta la llegada de los grupos de apoyo del Departamento Protección Radiológica.
2. Se efectuaron mediciones de exposición inmediatamente después del accidente, tanto en el perímetro del edificio del RA-2 como en su interior, las que se continuaron realizando en forma programada. Además se hicieron mediciones de concentración de radionucleidos en el aire y de contaminación superficial.
3. Se efectuaron diversas tareas planificadas (tomas de muestras de agua del núcleo que fuera drenada al tanque previsto para ello, visualización del estado del núcleo, bloqueo del flotante).

A pesar de la gravedad de lo sucedido, la Memoria Anual 1984 (ya en democracias, durante la gestión del presidente Raúl Alfonsín) no informa nada sobre elñ resultado de las tareas antes citadas y la única mención al reactor es que se continuaban tareas de "actualización". El RA-2, sin dar las razones, fue desmantelado entre 1984 y 1989. Cuando en 2007 la CNEA enumera las actividades nucleares que desarrolló durante los entonces 50 años de sus existencia, el reactor RA-2 sólo se menciona para informar de su puesta en funcionamiento.

Fuentes

Control de la seguridad nuclear

Según el Art. 7º de la Ley Nacional N° 24804 el control de la seguridad nuclear compete a la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN). Ésta controla las instalaciones radiológicas y nucleares de todo el país, cuyo listado puede verse en la página Control de Seguridad Radiológica y Nuclear del ente.

Legislación

Riesgos de la energía nuclear

Niño con problemas físicos y mentales a consecuencia del accidente nuclear de Chernóbil.

El uso de la energía nuclear acarrea riesgos a la vida, la salud y el medio ambiente que no son bien explicados por los expertos ni bien comprendidos por el ciudadano común. Los siguientes son algunos de ellos:

  1. Accidentes nucleares: Los principales accidentes con instalaciones nucleares fueron los de Chernóbil (Ucrania), Three Mile Island (EEUU) y el de las plantas nucleares Fukushima I[1] y II[2] (Japón) a causa del terremoto Sendai[3] de marzo de 2011.
  2. Contaminación producida por la minería del uranio.
  3. Disposición final de residuos nucleares.

Como consecuencia del accidente nuclear de Fukushima el gobierno de Alemania decidió suspender la construcción de nuevas centrales nucleares y desactivar las 22 existentes para el años 2022[4]. Posteriormente hizo lo mismo Suiza y en septiembre de 2012 Japón anunció que no construiría más centrales nucleares previendo el cese total de su funcionamiento en 2040[5]. El accidente está además poniendo a prueba la responsabilidad legal de los fabricantes de estas centrales nucleares en los hechos[6].

Chernóbil

El gobierno de la entonces Unión Soviética ocultó información sobre la gravedad del accidente y de sus consecuencias posteriores, haciendo difícil la estimación del número real de víctimas, que algunas fuentes estiman en 500.000. Un reciente trabajo publicado en la revista de la asociación estadounidense de Pediatría identifica el gran aumento de malformaciones congénitas que hubo en la región cercana a la central.[7] Esto generó acusaciones de ocultamiento de información contra la Organización Mundial de la Salud (OMS).[8]

El costo de contención de la diseminación de los materiales radioactivos ha sido enorme y no divulgado. Recientemente se planteó el encapsulamiento de la planta mediante una estructura de acero inoxidable de gran altura, cuyo costo se estima en USD 1.500 millones[9]. Tanto las vidas humanas (difíciles de cuantificar monetariamente) como la remediación de accidentes deben ser computados como costos inherentes de la energía nucleo-eléctrica, algo que los promotores de esta forma de generación se niegan a hacer.

Disposición final de los residuos

Véase repositorio nuclear de Gastre.

Fuentes

Planes de emergencia nuclear


Áreas que podrían ser afectadas en caso de un accidente de nivel 7.

En 1999 la ARN creó el Sistema de Intervención para Emergencias Nucleare (SIEN), para intervenir en emergencias originadas por accidentes en centrales nucleares con consecuencias en el exterior de las instalaciones, así como en las etapas de preparación, entrenamiento e intervención para emergencias. Las tareas incluyen explícitamente elaborar planes de emergencia y para entrenamiento de trabajadores y vecinos, del ámbito nacional, provincial y municipal (ítem 1 del Anexo II). La hipótesis de accidente abarca sólo un radio de 10 km alrededor de cada instalación nuclear.

Como el riesgo de un accidente nuclear de gran magnitud no es nulo, la Fundación para la Defensa del Ambiente (FUNAM) elaboró un plan que considera radios de hasta 700 km para un accidente nuclear grave (nivel 7). El riesgo aumenta debido a la decisión del gobierno de Cristina Fernández de aumentar la concentración de centrales nucleares agregando 1 más a Atucha I y II.[10]

Fuentes

Fuentes

Véase también