Desde el punto de vista técnico los artefactos son realizadores de [[función|funciones]] prácticas, aunque por razones comerciales tienen casi siempre también una función estética. La realización de las funciones de un artefacto se cumple mediante su composición, la organización de sus partes y el uso apropiado de sus propiedades físicoquímicas, lo que constituye su [[estructura]]. En los artefactos mecánicos la función está exclusivamente relacionada con la forma (caso de un abrelatas), pero no sucede lo mismo con artefactos basados en principios electrónicos (caso de un reproductor de MP3).
La tabla siguiente ilustra la relación entre forma y función para las partes de un [[utensilio]] industrial comercial de uso en la cocina, la olla. Se ilustra también cómo el cumplimiento de la función de una parte requiere ciertas propiedades además de la general resistencia al calor, maltrato y corrosión, lo que acota los materiales con que puede fabricarse.