Cómo protegerse de los rayos

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La mayoría de las personas ignora cómo protegerse de los rayos. No es un tema que se enseñe ni en el nivel primario de la educación formal ni en el secundario. Ni siquiera en los cursos universitarios de Electricidad se la da relevancia. Tampoco son claras las recomendaciones hechas en los medios de prensa. Aunque no se le da demasiada importancia al tema, es mucho más probable que una persona sea muerta por un rayo que por una maceta que cae de un balcón. Hay recomendaciones relativamente simples que pueden hacerse —en Argentina no parecen ser emitidas ni por el Servicio Meteorológico Nacional ni por los organismos municipales y provinciales de Defensa Civil— pero su puesta en práctica no puede estar sólo basada en la memorización, como una receta de cocina. Se requiere una comprensión suficiente del fenómeno a fin de actuar de modo de minimizar los riesgos de electrocución. Comprensión del fenómeno y técnicas de protección ante él son el objeto de este artículo.


Origen y comportamiento

Rayo que fulminó a una bañista brasileña.

El origen del rayo y los relámpagos son las cargas eléctricas que se acumulan en la superficie y el interior de las nubes. Cuando la cantidad de carga acumulada en la superficie es suficientemente grande (se darán más detalles sobre ésto más adelante) se produce una descarga de la misma hacia otra nube (relámpago) o hacia tierra (rayo). El fenómeno es similar al que se produce en los generadores electrostáticos, un frotamiento que arranca electrones de algunas partículas de agua o hielo y los acumula en otras. La acumulación se produce cuando hay un fenómeno sostenido de rozamiento y acumulación, usualmente generado por persistentes corrientes ascendentes de aire en el interior de nubes de tormenta.

Para que se produzcan rayos y relámpagos se requiere la presencia simultánea de gran cantidad de los dos tipos de cargas eléctricas, positivas (iones con defecto de electrones) y negativas (iones con exceso de electrones). Las fuerzas que se generan sobre las partículas que están en el medio de ambas son enormes y si ya tienen alguna carga, son arrastradas con gran velocidad hacia la región con carga de signo opuesto a la propia; es decir, se genera una corriente eléctrica. El aire seco tiene pocos iones, pero el húmedo (como el que hay en las tormentas) tiene mayor cantidad. Sin embargo, la causa principal de las corrientes es la ionización del aire (fenómeno conocido como ruptura dieléctrica) por acción de los campos eléctricos generados por las nubes, tema que se discute a continuación. Un ejemplo de ruptura dieléctrica es la que se produce en los condensadores (componentes basados en materiales aisladores de la electricidad) de un dispositivo electrónico al que se le aplica un voltaje muy superior al de funcionamiento normal.


Probabilidad de ser blanco de un rayo

Vacunos muertos por un rayo en Valdez Chico (Uruguay).

Los rayos son un fenómeno frecuente que se calcula se produce unas 100 veces por segundo en todo el planeta, mucho mas frecuente pero al mismo tiempo más localizado que los terremotos, por lo que en general producen menor número total de víctimas.

Un estudio presentado en el año 2008 estima que unas 240.000 personas son anualmente blanco de rayos en todo el mundo. De ellas muere aproximadamente el 10%, 24.000.[1] El número está seguramente muy subvaluado, por lo que se puede estimar que la probabilidad de ser alcanzado por un rayo es mayor a 1/20.000. La probabilidad depende críticamente del clima y la topografía, por lo que es mucho más alta en lugares donde son frecuentes las tormentas eléctricas y casi nula en aquellos donde son poco comunes o inexistentes.

En 1998 los 11 jugadores de un equipo de fútbol fueron simultáneamente muertos por un rayo en pleno campo de juego, en la provincia de Kasai (Congo), mientras que sus oponentes resultaron todos ilesos.[2] En septiembre de 2008 un rayo cayó sobre un alambrado en un campo de Valdez Chico (Uruguay) matando simultáneamente 52 vacunos que pastaban junto a él, como se muestra en la fotografía superior.[3]

Efectos sobre las personas y animales

Recorrido de la corriente en el cuerpo de una persona fulminada.

El recorrido de la corriente en el interior de las personas sigue la regla general de búsqueda del camino de mejor resistencia. Uno de esos caminos son los nervios, órganos cuya característica principal es justamente la capacidad de conducir fácilmente la electricidad mediante iones de sodio y de potasio.

El efecto principal de la intensa corriente eléctrica generada por un rayo es generar calor, que si es suficienteente grande (poco común) puede dañar de modo irrecuperable los órganos internos que atraviesa. El principal efecto dañino no es el calor (la duración de las corrientes es muy breve) sino la perforación de las membranas celulares (electroporosidad). En el caso del sistema nervioso hay un efecto adicional que es crucial tener en cuenta: la paralización de la función respiratoria y cardíaca. Si la persona fulminada no respira o no tiene pulso hay que aplicarle de inmediato técnicas de respiración forzada y reanudación del ritmo cardíaco (presión regularmente repetida sobre la caja toráxica y el corazón).

Pararrayos

Preaviso

Fuentes