Tras unos 500 años de explotación —se —se siguió perforando su subsuelo hasta 1985— 1985— la falta de planificación y de refuerzos estructurales han puesto al cerro en grave riesgo de colapso. Recientemente se produjo un hundimiento en su cima que dejó un cráter de 40 m de profundidad y 35 m de diámetro.