Los hombres encargados por el rey de administrar justicia y de la gestión financiera eran, hasta En Argentina el siglo XVI, en Francia lo mismo que en otros países, servidores dicho '''son gajes del reyoficio''' se refiere hoy, elegidos por élcon sentido irónico, y a los cuales podía destituir. El rey, al nombrarlos, les mandaba las dificultades que puede encontrar una comunicación, en la que decía haberles elegido para permanecer en funciones "en tanto nos plazca". Durante la Edad Media los reyes empezaron a considerar los cargos como un medio persona para obtener dinero. Vendieron primero los cargos de tabelión o notario, es decir, el derecho a oficializar los documentos de los particulares, y los cargos de escribano, que daban el derecho de hacer copias buen desempeño de las sentencias. En el siglo XV vendieron también las funciones del juezsu tarea.

En 1522 se creó ==Origen histórico==Fue una práctica común de los reyes de la oficina península ibérica y de las partidas eventualesFrancia la venta de los cargos públicos, entonces denominados ''oficios''. Desde ese momento los Estos cargos se vendieron públicamente en nombre del rey, depositándose subastaban al mejor postor con el precio mero cumplimiento de la venta en una caja especial. El que compraba requisitos como el cargo, antes de tomar posesión ser ''hidalgo de élsolar conocido'', prestabaes decir propietario, sin embargono villano, de origen familiar y heredades bien identificadas. En unos pocos casos se agregaba el juramento requisito de que no había dado nada saber leer y escribir, obviamente ineludible para adquirirlooficios como los de notario y escribano público. Este perjurio obligatorio no fue abolido hasta fines del siglo XVI. Excepto los Estos cargos vitalicios recibían el calificativo de la casa ''venales'' y los salarios que recibían del rey y los grados por su desempeño se denominaban ''gajes''. Los ''gajes del ejércitooficio'' eran, por lo tanto, los beneficios que no recibía el comprador del cargo. Como estos cargos se vendíanotorgaban al mejor postor sin requisitos de idoneidad para su desempeño, los otros cargos llegaron a ser venalesel concepto de ''venalidad'' ha subsistido hasta la actualidad como sinónimo de corrupción. La justicia Esta asociación entre venalidad y corrupción se administraba en su nombre vio reforzada por sus lugartenientes, que habían hecho estudios la creación de Derecho, el lugarteniente civil cargos innecesarios cuya única función era recaudar fondos para los pleitos la corona y/o favorecer amigos y protegidos. En el lugarteniente criminal para actual territorio argentino los cargos venales más comunes eran los asuntos criminalesde [[regidor]]es (administradores de justicia) con carácter perpetuo y generalmente hereditario. Todos juzgaban solosEra también común que si un funcionario venal presentaba su dimisión —por ejemplo, pero por cambiar de ordinario hacían que les ayudasen algunos abogados lugar de residencia— se le permitiera designar su tribunalsucesor. Cómo el cargo se había obtenido a alto precio, el funcionario consideraba justo resarcirse con creces de esa "inversión" a costa de aquellos a quienes en teoría debía servir, por lo que le servían de consejerosla venalidad resulta ser sólo una variante del [[prebendarismo]].

Pronto se crearon cargos inútiles, expresamente para venderlos. En Hacienda se crearon a miles de recaudadores y electos. En la administración de justicia se crearon cargos de consejeros de los Parlamentos. En tiempo de Enrique II, para tener nuevos cargos que vender, se cambiaron estos consejeros en funcionarios. En cada ciudad donde había un bailiaje, (en España se denominaban corregidores) se creó un tribunal presidial, formado por dos lugartenientes y siete consejeros. Se crearon de una vez 32, luego otros más. Se estableció también, bajo de los Parlamentos, un nuevo grado de jurisdicción al que los litigantes debieron llevar sus causas. La venalidad de los cargos creó en Francia, al igual que en España, una clase de funcionarios burocráticos inexistentes antiguamente inexistente en otras partes del mundo. Cuando un oficial compraba su oficio a perpetuidad no podía ser destituidocomo Gran Bretaña y sus colonias, a menos fue una de las improntas del régimen colonial español que se le condenara por un delito, y venía a ser funcionario vitalicio. Habiendo comprado el cargo, lo consideraba su propiedad. A su muerte, el cargo habría debido volver al rey, pero se admitió que el oficial tuviera el derecho de de presentar todavía subsiste en la dimisión designando su sucesorcultura argentina contemporánea con similares características. Era preciso solamente que lo resignara cuarenta días antes de morir, y, si moría antes, el cargo volvía al rey, que lo vendía de nuevo. En el caso de España, estos Hoy los cargos podían ser dados en herencia. Al vender el cargo, no se atendía a la capacidad del postulante sino al dinero que se obtenía de la venta. Aunque antes de dar posesión a un juez había de hacerse una información acerca de su conducta y se le obligaba a sufrir un examensubastan públicamente, no se exigían estudios universitarios y adjudican secretamente en el examen jamás era nadie desaprobado. Los poseedores círculos de cargos venales debían percibir un salarioasesores, que se llamaba gajes. Como el rey, siempre necesitado frecuentemente en base a compromisos de dineroamistad, descuidaba con frecuencia de pagarlos los jueces tomaron la costumbre lealtad partidaria o de hacerse pagar por los litigantescomplicidad, antes de dictar sentencia. Tratábase al principio de un regalo en especias, luego fue una suma de dinero, pero siguió la denominación de especias. Los oficiales de Hacienda se servían también perjuicio del erario público y de su poder para sacar dinero a los administrados. Los funcionarios venales recuperaban su inversión explotando a los súbditos del rey. A pesar de que durante mucho tiempo hubo protestas en Francia contra la venalidad de deberían ser los cargos, la práctica perduró hasta la Revolución francesa. Fue luego parcialmente restablecida durante el imperio beneficiarios legítimos de Napoleón Ilas acciones del área.