15. Los izquierdistas tienden a odiar todo lo que parezca ser fuerte, bueno y exitoso. Odian a los Estados Unidos, odian la civilización occidental, odian a los varones blancos, odian la racionalidad. Las razones que los izquierdistas dan para odiar a Occidente, etc., no se corresponden con sus motivos reales. ''Dicen'' que odian a Occidente porque es belicista, imperialista, sexista, etnocéntrico y así siguiendo, pero cuando estos mismos defectos aparecen en los países socialistas o en las culturas primitivas los izquierdistas les encuentran justificativos o a lo sumo admiten ''contra su voluntad'' que existen; cuando estos defectos aparecen en la civilización occidental, en cambio, los ponen en evidencia con ''entusiasmo''. Los izquierdistas odian a los Estados Unidos y a Occidente porque son fuertes y exitosos.
16. Conceptos como ''autoconfianza'', ''iniciativa'', ''emprendimiento'', ''optimismo'', etc., no son importantes en el vocabulario del izquierdismo. Los izquierdistas son anti-individualistas y pro-colectivistas. Quieren que la sociedad resuelva los problemas de todos, satisfaga las necesidades de todos y cuide a todos. No son la clase de personas que confían en su propia capacidad para resolver sus problemas y satisfacer sus necesidades. A un izquierdista le disgusta de idea de competir porque, en el fondo, se siente un perdedor.
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16. Words like “self-confidence,” “self-reliance,” “initiative,” “enterprise,” “optimism,” etc., play little role in the liberal and leftist vocabulary. The leftist is anti-individualistic, pro-collectivist. He wants society to solve everyone’s problems for them, satisfy everyone’s needs for them, take care of them. He is not the sort of person who has an inner sense of confidence in his ability to solve his own problems and satisfy his own needs. The leftist is antagonistic to the concept of competition because, deep inside, he feels like a loser.
17. Art forms that appeal to modern leftish intellectuals tend to focus on sordidness, defeat and despair, or else they take an orgiastic tone, throwing off rational control as if there were no hope of accomplishing anything through rational calculation and all that was left was to immerse oneself in the sensations of the moment.