La palabra griega ''τέχνη'', origen de la castellana ''técnica'', ha sido variadamente transliterada como ''techne'', ''techné'' y ''téjne''. La última es la única que corresponde a los sonidos castellanos, siendo las 2 primeras correspondientes al inglés y alemán. Aristóteles introdujo el término ''τεχνολογία'' (téjnologuia) para designar al estudio de la ''téjne'', concepto que se analiza aquí.
''Téjne'' designaba a saberes o destrezas, transmisibles por la educación, que abarcaban tanto el campo de las habilidades artesanales de fabricación de [[artefacto]]s como a las sociales de guía de las personas por el sendero correcto. Según Platón en el ''Protágoras'', los sofista denominaban sofistas categorizaban como ''téjne'' a la aritmética, la astronomía, la geometría, la teoría musical, la pedagogía y las destrezas de la acción política. [http://es.wikipedia.org/wiki/Protágoras Protágoras], el más notorio de ellos, consideraba que el desarrollo de la ''téjne'' era la etapa primera de la civilización, el don de Prometeo que adquirió el hombre con el fuego. (Jaeger P1, pp. 19, 314‑315.)
Según lo describe Platón, para Sócrates el ideal del [[saber]] era la ''téjne'', el aplicado a fines prácticos cuyo prototipo era la Medicina; excluye de esta categoría, en cambio, a la retórica o arte de persuadir. Tanto Platón como Aristóteles usan el término para designar a los saberes confiables que admiten reglas generales que pueden exceder la mera experiencia. Consideran ''téjnes'', además de los incluidos por los sofistas, a la escultura, la arquitectura, el "arte" de la navegación y el de la guerra. Platón, en particular, le asigna un carácter de excelencia y la imbuye de elevados valores morales, de la búsqueda del bien. En lenguaje moderno, le atribuye los rasgos de eficiencia y de estar puesta al servicio de las [[necesidades básicas|necesidades humanas básicas]]. (Jaeger P2, pp. 36‑37, 156‑157, 159.)
Platón adhiere al concepto de ''téjne'' de Sócrates y enfatiza que requiere conocer la naturaleza del objeto destinado a ser útil y demostrar ese saber en el proceso de aplicación práctica (el buen cumplimiento de su [[función]]). Una diferencia crucial con la concepción moderna es que para Aristóteles el orden de la naturaleza era intrínsecamente perfecto, sólo había que descubrirlo y eventualmente, si alguna causa lo perturbaba, restaurarlo. El tecnólogo contemporáneo considera que la naturaleza está para servir al hombre y que, si se resiste, hay que forzarla a hacerlo sin medir las consecuencias. (Jaeger P3, pp. 35, 42.)
:''La racionalidad poiética o técnica tiene un proceso propio. Se diferencia de la actividad no especializada en que tiene experiencia (empeiría); y se diferencia del puro empirismo en que tiene racionalidad propia, porque los que tienen «téjne conocen las razones de las cosas, mientras que los empíricos no». El empírico conoce el «lo que» produce, pero sólo el técnico conoce la causa o el «por qué» lo hace. El empírico se queda en la pluralidad de los casos particulares, mientras que el técnico se eleva de la multiplicidad empírica (ek pollon tes empeirías) hacia la universalidad (mía kathólou) de una alternativa (hypólepsis) en la que todos los casos son semejantes, pero no idénticos.''
En términos actuales, la ''téjne'' de Platón y Aristóteles sería la ''tecnología'', más que la ''técnica'', con un agregado de rasgos morales que hoy se han perdido. Como sucede con frecuenciaHay que tener en cuenta, sin embargo, que las acepciones filosóficas son más [[Saber#Prescripción|prescriptivas]] que [[Saber#Descripción|descriptivas]] del uso cotidiano de un concepto.
===Fuentes===
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