La venalidad, antiguamente inexistente en partes del mundo como Gran Bretaña y sus colonias, fue una de las improntas del régimen colonial español que todavía subsiste en la cultura argentina contemporánea con similares características. Hoy los cargos no se subastan públicamente, se adjudican secretamente en círculos de asesores, frecuentemente en base a compromisos de amistad, de lealtad partidaria o de complicidad, en perjuicio del erario público y de los que deberían ser los beneficiarios legítimos de las acciones del área.
Es curioso que el término ''son gajes del oficio'' haya invertido su sentido originalde ''son beneficios''. Tal vez, —es sólo una conjetura sin fundamento documentado, — el origen de la inversión provenga de que ante un problema que pareciera hacer el cargo indeseable, se usara la justificación natural ''pero están los gajes del oficio''.