Grandes inventos argentinos

La enciclopedia de ciencias y tecnologías en Argentina

Revisión del 17:54 13 ago 2017 de Csoliverez (discusión | contribuciones) (Candidatos a "grandes inventos argentinos":Silla de ruedas barata para niños de Pablo Kaplan)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)

Es frecuente leer, hablar u oír hablar de grandes inventos argentinos. Sin embargo, las tres palabras que componen el término adolecen de extrema vaguedad. ¿A qué categoría de cosas es lícito llamar invento? ¿A que período histórico o área territorial es aplicable el rasgo argentino? ¿Qué es un gran invento? Este artículo discute estos temas y brinda una lista, seguramente incompleta y controversial, de candidatos a grandes inventos argentinos. Los rasgos detallados de cada uno de ellos se tratarán en artículos específicos.


Invento

Un invento es una manera novedosa de cumplir una función mediante el uso de trabajo, materiales, útiles, energía e información. No es necesario que estén presentes todos estos elementos simultáneamente. Por ejemplo, la organización del acceso de las personas a un recurso con una cola (alineación en orden de llegada cuyos inventores, seguramente hubo varios, se desconocen) no requiere de insumos materiales.

En el habla cotidiana —como sucede con muchos conceptos— invento se usa en sentido figurado como creación o novedad de cualquier tipo. En la acepción técnica adoptada en esta enciclopedia no hay invento si no hay cumplimiento de una función utilitaria, si no se llega a una situación o resultado previsible y conocido de antemano. En esta acepción no son inventos un juego, una obra artística, un deporte, una religión, una ideología política, una ley y una infinidad de actividades donde interviene la creatividad pero es imposible prever con certeza cual será el resultado. En los juegos, por ejemplo,que se practican por diversión, lo que importa es su desarrollo y el resultado es usualmente impredecible por lo que no hay función utilitaria.

Este concepto de invento sólo se aplica a objetos concretos y hechos reales, por lo que no puede denominarse así a una idea novedosa hasta que es llevada a la práctica. Es usual llamar inventor a Leonardo da Vinci; sin embargo, sus diseños son sólo obras artísticas porque no las llevó a la práctica o no funcionaron cuando intentó hacerlo.

Un invento puede ser un artefacto o un procedimiento. En el caso de un artefacto la invención consiste usualmente en lograr el cumplimiento de su función mediante un principio de funcionamiento original, nunca antes usado; no es invención el mero cambio de la apariencia, aunque a veces puede serlo un cambio de estructura. En el caso de un procedimiento la invención puede consistir tanto en el uso de útiles, materiales, formas de energía y la manera de organizar todos ellos, como en el uso de nuevos principios de funcionamiento.

A veces dos personas pueden inventar independientemente un procedimiento o artefacto similar. En ese caso, aunque el mérito sea intrínsecamente el mismo, desde el punto de vista legal los derechos de propiedad intelectual y sus rentas comerciales se otorgan a quien lo hizo primero. Muchos inventos argentinos no fueron patentados ni en el país ni en el extranjero, a veces por razones éticas (caso de la sangre citratada de Agote y el bypass coronario de Favaloro).

No hay acuerdo generalizado sobre lo que se puede denominar un gran invento. No caben dudas de que lo es un artefacto de uso generalizado en sectores sociales y países muy diversos, pero a veces puede catalogarse como a tal al que resuelve un problema de gran importancia aunque sólo sea en un grupo humano reducido o en un lugar acotado. El bolígrafo de Biro y el método de Vucetich de identificación de personas por sus huellas digitales son claramente grandes inventos. En cambio, el método de Galli Mainini de verificación de embarazo mediante una económica y relativamente rápida prueba con sapos no alcanzó difusón universal, pero fue de gran importancia durante mucho tiempo en Argentina y otros países latinoamericanos, por lo que en esta enciclopedia se cataloga como un gran invento.

Invento argentino

¿Hecho por un argentino nacido y criado o también naturalizado? ¿Hecho en Argentina o también en otro país? ¿Son "argentinos" los inventos de los pueblos originarios hechos en el actual territorio argentino pero en tiempos en que el país no existía? Aunque no hay acuerdo generalizado sobre el tema, consideraremos "argentinos" los inventos hechos no sólo por argentinos en Argentina, sino también por argentinos en otros países (caso del helicóptero de Patera de Pescaras) y por los nacidos en otros países que los desarrollaron o comercializaron en el país (caso de Vucetich y Biro). En cuanto a los inventos de los pueblos originarios, la falta de crónicas hace muy difícil asignar localizaciones precisas a sus numerosos desarrollos, salvo de modo muy amplio. En caso de que descubrimientos arqueológicos situaran algunos de ellos en el actual territorio argentino, se considerarán argentinos.

Silla de ruedas para niño de Pablo Kaplan.

Candidatos a "grandes inventos argentinos"

  1. Aloja.
  2. Amortiguador hidroneumático (Francisco Abolio, 1930).
  3. Bolígrafo de Biro.
  4. Bypass coronario de René Favaloro.
  5. Colectivo.
  6. Corazón artificial (Domingo Liotta y Denton Cooley, 1969).
  7. Método de Galli Mainini de diagnóstico precoz del embarazo.
  8. Dibujos animados.
  9. Dulce de leche.
  10. Encendedor piezoeléctrico Magiclick de Hugo Kogan (1969).
  11. Helicóptero de Pescara.
  12. Identificación de personas por sus huellas digitales por Vucetich.
  13. Instrumental médico de Favaloro, Finochietto y otros.
  14. Instrumento de navegación nocturna para aeronaves (Almonacid, 1925).
  15. Jeringa descartable (Carlos Arcuzzi, 1979).[1]
  16. Marcapasos cardíaco (Francisco de Pedro, 1979).
  17. Membrana de colágeno cicatrizante (Celia Mohadeb, 1999?).
  18. Método de conservación de la sangre con citrato de sodio de Agote.
  19. Motor de combustión interna "pendular" (Eduardo Taurozzi, 1970).
  20. Pelota al cesto (Enrique Romero Brest, 1962).
  21. Quinina.
  22. Semáforo para ciegos (Mario Dávila, 1989): artefacto con pantalla Braile que permite conocer la calle en que se está, su altura, la dirección en que se debe cruzar y si el semáforo habilita o no el cruce. Se propuso la instalación de uno en la esquina de Medrano y Díaz Vélez donde está la Biblioteca Nacional para Ciegos de la Ciudad de Buenos Aires (revista Conocer y Saber, Nº 14, 1989, p. 6).
  23. Silla de ruedas barata para niños (Pablo Kaplan, 2014).[2]
  24. Silobolsa.
  25. Tapa roscada degollable (Jorge Weber, 1968)[3][4].
  26. Stent vascular expansible de Palmaz.
  27. Test de embarazo de Galli Mainini.

Fuentes