Minería en la provincia de Río Negro

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Legislación minera

Una de las consecuencias de las movilizaciones populares chubutenses en contra de la minería a cielo abierto y el uso de cianuro en las explotaciones, fue la sanción en Río Negro de la Ley N° 3981 que prohibe la utilización de cianuro y/o mercurio en el proceso de extracción, explotación y/o industrialización de minerales metalíferos.[1]

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Yacimientos mineros

  1. Alto Chubut. Oro, ¿cobre¡?. Marifil Mines.[2]
  2. Cerra Lamina, Los Menucos. Oro, plata, indio, zinc. Iamgold y Marifil Mines.[3]
  3. Cerro Abanico, Los Menucos. Oro, plata. Iamgold y Marifil Mines. Se detuvo el proyecto cuando se prohibió en la provincia el uso de cianuro.[4][5]
  4. Paileman. Oro, plata, cobre. Marifil Mines.[6]
  5. Punta Colorada, Sierra Grande. Calcita. Marifil Mines.[7]
  6. San Roque. Oro, plata, tierras raras, indio. Marifil Mines.[8][9]
  7. Somuncurá. Marifil Mines.[10]
  8. Tembrao. Oro, plata. Marifil Mines.[11][12]
  9. Toruel. Oro, plata, cobre. Marifil Mines.[13][14][15]


Se iba a pagar 14 millones para que se llevaran 300 millones de mineral de indio

En el camino de acceso a San Antonio Oeste hay tres grandes escombreras contaminadas con metales pesados abandonados por la ex minera Geotécnica tras el cierre de la explotación de la Mina Gonzalito[16]. Las mismas iban a ser removidos de manera segura mediante un préstamo otorgado por el BID a un costo de unos $14 millones, aportados por Nación. La operación fue suspendida por un mandamus judicial solicitado por Vicente Marino, un profesional de la CNEA aduciendo que los escombros son un concentrado de indio cuyo valor total sería de unos $300 millones.

Según Marino, En 2005, cuándo se firmó el primer convenio de remediación entre Nación y Provincia, iniciamos un trabajo en el que detectamos la alta concentración de indio. Esto lo dimos a conocer a la dirección de Minería provincial y a la Secretaría de Ciencia y Técnica, en 2006.[17] Consultado al respecto el Director de Minería, contestó que no tenemos conocimiento de pedidos efectuados y otorgados a Vicente Marino para la realización de estudios. Señaló también Sánchez respecto al indio que es un mineral de segunda categoría y por el Código de Minería el dueño del suelo es el dueño del recurso, inhabilitando cualquier maniobra en otro sentido. Esta opinión no es compartida por Marino, quien especificó que El indio por su carácter de elemento estratégico podría ser incorporado a la primera categoría (el Código Minero es flexible para estos casos) y en ese caso el Estado es el que debe adjudicar su concesión de explotación. Pero si se considera incluso de segunda categoría, como hasta ahora, el dueño del suelo tiene sólo 100 días como opción para realizar la explotación, porque de lo contrario la prioridad pasa a ser del peticionante de su extracción. [18] Luego de considerar el dictamen elevado por la Defensora del Pueblo Liliana Piccinini, en respuesta al mandamus interpuesto por Vicente Marino, el Superior Tribunal de Justicia solicitó en abril de 2010 que en un plazo de tres días el Centro Atómico de Bariloche y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) remitieran los antecedentes obrantes en su poder sobre muestras y explotación de la mina Gonzalito de la ex empresa minera Geotécnica así como, en particular, la existencia del mineral indio en dicha zona[19].

La Dirección de Minería no podía ignorar la presencia de indio en la zona, ya que en el año 2007 la empresa minera Marifil anunció públicamente su descubrimiento de la sustancia en el cercano yacimiento de San Roque con estas palabras: The impressive indium grades are attracting attention from several of the world's largest indium producers to visit the property.[20] (La impresionante concentración de indio en el yacimiento está atrayendo la atención de varios de los mayores productores mundiales de indio). Esta abundancia motivó que la región del yacimiento fuera rebautizada Brecha del Indio (por el metal, no por los aborígenes). En 2007 se consideraba una sustancia escasa, estimándose que había existencias para sólo 13 años de uso en sus diversas aplicaciones (véase el artículo indio (semiconductor).

Fuentes