El '''teléfono móvil''' fue inicialmente denominado en Argentina '''teléfono celular''' o '''celular''', a secas. El término ''celular'' proviene de una incorrecta traducción del término inglés ''cell'', que tiene 3 acepciones diferentes: célula (Biología), calabozo y celda (Geometría). El adjetivo ''celular'' se aplica en castellano a las 2 primeras acepciones (por ejemplo, ''membrana celular'' y ''coche celular''), no a la 3ª que es la correcta. La razón del nombre original ''cell phone'' es que este tipo de teléfono establece comunicación a través de la antena en cuya región de cobertura (celda geométrica) se encuentra. Esta antena se comunica a su vez con otras, estableciendo así un volumen de cobertura más amplio, pero finito. El término ''teléfono móvil'' abarca actualmente también a los satelitales, por lo que es conveniente no usar las denominaciones ''teléfono celular'' o ''celular''.

En mayo de 2011 la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la [ http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs193/es/index.html Organización Mundial de la Salud] (OMS) decidió que el uso de teléfonos móviles debería ser considerado como ''posiblemente carcinógeno para los seres humanos'', poniéndolo así en la misma categoría que el plomo, el cloroformo y el café. Posteriormente el comité sobre epidemiología de la Comisión Internacional sobre Protección contra las Radiaciones No-Ionizantes declaró que no había evidencia científica de vínculos entre en cáncer y el uso de teléfonos móviles. En octubre de 2011 un estudio hecho por investigadores daneses sobre 358.403 usuarios que acumularon un total de 3,8 millones de horas de uso de celulares no encontró ninguna correlación de este uso con el riesgo de contraer cáncer del sistema nervioso central.