Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales

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La Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV) es un organismo internacional, inicialmente europeo, para establecer derechos de propiedad intelectual sobre variedades de plantas de valor comercial. A diferencia de los derechos de invención, que sólo protegen creaciones originales, la UPOV propugna el patentamiento de plantas tanto transgénicas como "descubiertas" en algún sentido no bien especificado del término. Una de sus principales recomendaciones es la prohibición del uso gratuito de semillas obtenidas de los cultivares protegidos por derechos de propiedad intelectual, sean obtenidos por métodos tradicionales o transgénicos.


Críticas

Hay polémicas sobre el efecto que las políticas de la UPOV tienen o pueden tener tanto sobre el desarrollo de nuevas variedades como sobre la agricultura de los países menos industrializados.

  • El desarrollo de cultivares bien adaptados a condiciones locales de suelo y clima requiere la reproducción de las plantas en el lugar. (Meinberg.)
  • Se favorece el desarrollo de oligopolios. En 2010 3 compañías controlaban el 47% del mercado mundial de semillas. (Meinberg.)
  • Los países no industrializados pueden resultar favorecidos por el desarrollo de cultivares mejor adaptados a sus necesidades, desarrollo que son favorecidos por las políticas de la UPOV. (Jörden.)
  • Los derechos comerciales pueden afectar el derecho a la alimentación y la biodiversidad al destruir los sistemas tradicionales de ahorro e intercambio de semillas. (Meinberg; De Schutter.)
  • Cada país y región tiene problemas diferentes, por lo que no es apropiado legislar fuera de contexto sobre la protección de los derechos intelectuales para nuevos cultivares (De Schutter). En este sentido la UK government’s Commission on Intellectual Property Rights (Comisión del Reino Unido sobre Derechos de Propiedad Intelectual) recomendó que los países no industrializados establezcan su propio sistema de protección sobre cultivares teniendo en cuenta los requerimientos de seguridad alimentaria, el balance entre exportaciones e importaciones y la generación de empleo local.
  • El sistema agrícola que promueve la UPOV favorece sólo las exportaciones, la rentabilidad comercial, no la mejor y más generalizada alimentación de la población. Preferencia, asimismo, a las actividades privadas sobre las públicas y a los intereses comerciales sobre los familiares de los pequeños productores. El caso de Kenya muestra que bajo este sistema, según lo reconoce la misma UPOV, la mayoría de las variedades que se cultivan son para la exportación y pertenecen a productores extranjeros. (Kent; Stiglitz; De Schutter.)
  • Los métodos secretos de funcionamiento de la UPOV y el carácter confidencial de los estudios que realiza no favorecen la clarificación de los interrogantes. Se ha negado, por ejemplo, a permitir la presencia de observadores de organizaciones de agricultores en sus deliberaciones. (Dutfield.)
  • Los derechos de propiedad intelectual de cultivares pueden generar la dependencia de los pequeños agricultores de insumos caros, con grave riesgo de un endeudamiento que les haga perder sus propiedades. (De Schutter.)

Fuentes

Fuentes generales

Véase también