Yacimiento Carbonífero de Río Turbio

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Central termoeléctrica de Río Turbio.

Yacimiento Carbonífero de Río Turbio (YCRT), antes Yacimientos Carboníferos Fiscales (YCF), es la empresa estatal que explota el yacimiento de carbón de la localidad de Río Turbio (pcia. de Santa Cruz). Según el entonces interventor de Yacimiento Carboníferos Río Turbio (YCRT), Atanacio Pérez Osuna, la mina contaba en 2013 con una reserva proyectada de 450 millones de toneladas de carbón, volumen que podría abastecer por 150 años los requerimientos de producción de la Central Termoeléctrica de 240MW que se estaba construyendo en su vecindad[1]. A comienzos del año 2015 la producción anual de carbón era de sólo 100.000 toneladas (t), mientras que la necesaria para el funcionamiento de la central al 100% de su capacidad era de 1.200.000 t[2].


Historia

Al comenzar la Segunda Guerra Mundial, la Argentina se encontró de pronto desabastecida de carbón, un producto entonces importado del que dependía la generación eléctrica, los ferrocarriles, las acerías y la mayor parte de las industrias. El 27 de mayo de 1941, el Directorio de YPF creó la División Carbón Mineral, que tomó a su cargo el estudio de los carbones nacionales y su posible explotación. En 1943, por el Decreto PEN N° 12648/1943 se creó la Dirección Nacional de Energia. Dos años más tarde se dictó su estatuto dando origen a la Dirección General de Combustibles Sólidos Minerales. En la primera etapa se hizo la apertura de la Mina 1 para la exploración geológica del yacimiento y la extracción manual de muestras. El carbón extraído era cargado en camiones y llevado a Río Gallegos (pcia. de Santa Cruz).

En 1947 comenzó la extracción en la Mina 2, inicialmente sin máquinas perforadoras ni equipos adecuados. El trabajo debía hacerse a pico y pala y el acarreo del carbón se hacía en vagonetas impulsadas por los propios mineros. Se usaba un único compresor que accionaba simultáneamente diez martillos picadores neumáticos. Para apuntalar las galerías se usaban puntales de lenga nativa. Trabajando en un solo turno, los mineros lograban sacar hasta 80 toneladas diarias. El transporte del mineral a Río Gallegos mediante camiones a nafta, requería más energía que la que se podía extraer del carbón. Posteriormente, llegó de Inglaterra una flota de camiones a vapor Sentinel, tipo S – bajo, a los que popularmente se los llamó chufi, los últimos a vapor construidos en todo el mundo. Se operaban en convoyes de diez a quince unidades que cargaban unas 12 toneladas cada uno. Esta flota todavía consumía buena parte de su carga como combustible en el viaje de 520 km entre Río Turbio y Río Gallegos y regreso. Se hacía necesario un ferrocarril para realizar la tarea de modo más eficiente.

En 1950 se abrió la Mina 3 para explotar el manto carbonífero Dorotea. Ese año se inauguró una planta depuradora y comenzó la construcción del ramal ferroviario Río Turbio - Río Gallegos. Debido al clima patagónico, las obras debían hacerse entre los meses de octubre y abril. La descarga del material, unas 50.000 t, comenzó en mayo de 1950 y debió hacerse sobre la misma playa de Río Gallegos, ya que en ese entonces la ciudad aún no tenía puerto. El ingeniero Atilio Cappa, empleado del Ministerio de Obras Públicas, estaba a cargo de las obras del ferrocarril. El ramal de trocha angosta se inauguró el 25 de noviembre de 1951, a partir de lo cual el carbón pudo acarrearse hasta Río Gallegos por medio de formaciones de hasta 60 vagones de carga a granel.

El 6 de agosto de 1958, mediante el Decreto PEN N° 3686/1958, el presidente Arturo Frondizi creó la empresa Yacimientos Carboníferos Fiscales, sustituyendo a Combustibles Sólidos Minerales, la que hasta ese momento se había encargado de la explotación a pequeña escala.

Fuentes

Megausina

En febrero de 2010 comenzó el montaje de la usina eléctrica ubicada cerca de la mina de carbón de Río Turbio. La empresa constructora, la UTE Isolux-Esuco, contrató alrededor de 800 trabajadores en adición a los 300 operarios que ya trabajaban en la obra civil La construcción de la usina electríca de 240 MW, que debió estar en funcionamiento hacia fines de 2012, demandó una inversión superior a $2.900 millones.(Newsletter del Inversor Energetico y Minero del 18 de enero de 2010.) La obra fue nuy criticada por asociaciones ambientalistas debido a la gran contaminación que generaría. Además, como señaló un funcionario del Ministerio de Planificación Federal, la gran variabilidad de las características del carbón extraído —tanto en composición y valor calórico, como en tamaño de partículas— puede ocasionar problemas en las calderas que lleguen hasta la interrupción de su funcionamiento.

A fines del año 2014 la firma operadora comprendió que era imposible hacer funcionar la usina en base al carbón del yacimiento (¿servirá para algún otro uso?) y solicitó la conversión de la usina a gas natural. En septiembre de 2015 la presidente Cristina Fernández "inauguró" parcialmente la obra en cadena nacional[3]. El 30 de noviembre de 2015 la usina dejó de funcionar por falta del combustible indispensable para su operación[4].

Fuentes

Condiciones laborales

En enero de 2010 la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTA) de Río Turbio, denunció ante el Ministerio de Planificación Federal y el Gobernador de Santa Cruz la gestión del interventor de la empresa estatal Yacimientos Carboníferos Río Turbio, Ángel Garabello. El secretario general de ATE Río Turbio, Mario Castillo, señaló que los accidentes e incidentes de trabajo son reiterados.[5]

Fuentes generales