Yacimientos de litio en Argentina

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Fosas de evaporación en el Salar de Olaroz.

Hay abundantes yacimientos de litio en Argentina, controlados por grupos económicos de Australia, Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón y Suiza. Denominado “el petróleo que viene” por su rápidamente creciente valor, a partir de 2010 se han hecho inversiones en exploración por más de USD 100 millones para extraer de los salares del noroeste argentino una riqueza calculada en USD 260.000 millones.


Principales yacimientos

En febrero de 2012 los principales yacimientos de litio detectados en Argentina y las empresas poseedoras de los derechos de explotación eran:

  • Salar Centenario (Salta). Bolera Minera, vinculada con la francesa Bolloré y Pininfarina.
  • Salar Chancarí (Jujuy). Bolera Minera, vinculada con la francesa Bolloré y Pininfarina.
  • Salar de Arizaro (Salta). Exar.
  • Salar del Hombre Muerto (Catamarca y Salta). Rodhini Lithium (Canadá).
  • Salar de Llullaillaco (Salta). Minera Solitario Argentina, filial de TNR Gold (Canadá).
  • Salar de Olaroz (Jujuy). Orocobre (asociada a Toyota) y Minera Exar (vinculada con Mitsubishi).
  • Salar Laguna de los Pozuelos (Jujuy). Ekeko (Corea).
  • Salar del Rincón (Salta). Ady Resources (Australia).
  • Salar de Incahuasi (Salta). Exar.
  • Salar Pocitos. Exar.
  • Salar Uyuni (Salta). Minera del Altiplano, filial de la empresa estadounidense FMC.
  • Salinas Grandes (Salta y Jujuy). South American Salars (Australia).

Políticas nacionales sobre el litio

El uso del litio como fuente de una industria de alto valor agregado no figuraba en el año 2014 en la agenda del gobierno nacional. La provincia de Jujuy, una de las más ricas en el recurso, está concesionando la explotación a empresas extranjeras. Si bien el gobernador Fellner informó en junio de 2014 la creación de un centro de investigación sobre aplicaciones del litio[1], la disponibilidad del metal no figura entre las condiciones de las concesiones.

En Chile, en cambio, el gobierno nacional está estudiando la manera de asegurar que el estratético material sea usado para promover el desarrollo tecnológico, de modo similar a lo que se hizo con el cobre, para lo que se creó la Comisión Técnica del Litio[2].

Fuentes

Véase también