Biocombustibles
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Se llama biocombustible al combustible obtenido de plantas, como el biodiésel extraído de aceites vegetales y el bioetanol derivado de la caña de azúcar. Puede reemplazar parcialmente al combustible obtenido de los hidrocarburos, aunque con altos costos ambientales y tal vez sociales.
Biodiésel
A partir de aceites de oleaginosas como colza, girasol y soja se puede obtener un combustible de características semejantes al gasoil denominado biodiésel. Su fabricación es relativamente simple y en Argentina hay varias grandes plantas que lo producen. En el año 2008 la producción argentina de biodiésel fue de 800.000 toneladas, lo que lo hacía entonces el quinto productor mundial después de Alemania, EE. UU., Francia y Brasil. Casi toda la producción actual de biodiésel se exporta a un precio cuyo promedio en 2008 era de 1,23 dólares el kilogramo[1].
En abril de 2010 ENARSA comenzó a incorporar, en la refinería de DAPSA en Dock Sud, biodiesel de soja producido en el país a los 250.000 m³ de gasoil importado para las centrales térmicas. DAPSA es el principal proveedor de combustibles de las estaciones de servicio "blancas", como se conoce en el sector a las independientes de las empresas petroleras. Su refinería cuenta con una capacidad de procesamiento de 700 m³/día de crudo y puede almacenar 180.000 m³ de combustibles líquidos. Técnicos de ENARSA trabajan con representantes de las principales termoeléctricas del país, como ENDESSAa, AES, Pampa Energía, SADESA y PETROBRAS para avanzar gradualmente hacia la incorporación de hasta un 20% de biocombustibles en algunas centrales. Hay problemas con las centrales equipadas con las turbinas más modernas, que están diseñadas para operar con gas, pero se están haciendo estudios de viabilidad.[2]
En marzo de 2010 se anunció un convenio entre el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) y la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO) para hacer un estudio de la viabilidad de aumentar al 10% del porcentaje de biodiésel en el gasoil.[3]
Bioetanol
El bioetanol es etanol obtenido a partir de la fermentación de azúcar de origen vegetal, como caña de azúcar, maíz, remolacha, sorgo y trigo. En 2008 la producción argentina de bioetanol era de 150.000 toneladas y se exportaron solamente unas 49.000[4].
Ley de biocombustibles
La Ley 26.093 fue sancionada el 19 de abril de 2006, promulgada de hecho el 12 de Mayo 2007, reglamentada por Decreto 109/07 del 9 de febrero de 2007, modificada por Ley 26.334 y su reglamentación se completó en noviembre de 2008[5]. Establece que a partir del 1º de enero de 2010 será obligatorio el expendio de combustible para automotores que contenga un 5% de bioetanol o un 5% de biodiésel. En estas proporciones no debería ser necesario hacer ningún ajuste a los carburadores de los vehículos.
De acuerdo con los datos presentes de consumo se necesitarían en 2010 unas 670.000 toneladas de biodiésel y unos 290.000. La producción argentina de bioetanol es insuficiente y habría que importarlo. El problema no es falta de capacidad instalada sino la demora de Secretaría de Energía en fijar los precios de venta (que determinan si es rentable o no hacerlo) y en distribuir los cupos. Por ello, todo hace prever que la puesta en marcha del sistema se demorará varios meses más, tal vez hasta fines de 2010 o más tarde para las naftas. A comienzos del 2010 había 5 empresas habilitadas para la producción de biodiésel (el bioetanol es una antigua producción de los ingenios azucareros, aunque en cantidades muy variables): Unitec Bio, Ecofuel, Renova, Biomadero, Vicentín, Soy Energy, Energía Sanluiseña Refinería Argentina, Advanced Organic Materials y Biodiesel[6].
El 4 de febrero de 2010, por Resolución 6/2010 de la Secretaría de Energía de la Nación, se establecieron los parámetros a que debe ajustarse el biodiésel para su incorporación obligatoria en una proporción del 5%. El 10 de septiembre de 2010 —en el contexto de la suspensión de compras de aceite de soja por China, el que puede ser usado para la fabricación de biodiésel— la Resolución Nº 828/2010 de la misma secretaría hizo modificaciones de calidad del biocombustible y aumento al 7% su porcentaje por volumen de combustible. La incorporación es de aplicación obligatoria en todos los ámbitos exceptuando a los utilizados en las embarcaciones fluviales y marítimas, minería, combustibles de primer llenado, gas oil antártico, y otros usos con fines específicamente determinados que a entendimiento de la Autoridad de Aplicación no sean compatibles con el uso de Biocombustibles.