Cambalache
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Cambalache es un tango cuya música y letras fueron compuestas por Enrique Santos Discépolo, en 1934, para la película El alma del bandoneón. Escrito durante la Década Infame, denuncia la mediocridad y corrupción de la sociedad de esa época. La palabra cambalache se usa actualmente en Argentina, a raíz del tango, para designar las cosas o situaciones desordenadas, mal hechas y sin valor apreciable.
Cambalache Que el mundo fue y será una porquería ya lo sé. Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, No hay aplazaos ni escalafón, Qué falta de respeto, qué atropello a la razón, Siglo veinte, cambalache, problemático y febril, |
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Rasgos culturales representados
Cambalache es una pintura de algunos rasgos sobresalientes de la sociedad argentina de la Década Infame (1930‑1939). La perduración de su popularidad indica que los argentinos todavía sienten que esa pintura sigue siendo válida, que su sociedad todavía es, de algún modo, un "cambalache". ¿Cuales son, entonces, esos rasgos que han perdurado a lo largo del tiempo?
El que más se destaca e impregna todo el texto es la falta de valores, tanto individuales como sociales, la generalización de la inmoralidad en todas sus formas y la falta de valoración y de respeto al prójimo. Este último aspecto es enfatizado por el título de la obra, cambalache, el nombre en Argentina de los comercios de compra-venta donde se mezclan sin orden ni concierto cosas usadas de todo tipo (vivimos revolcaos en un merengue y en un mismo lodo, todos manoseaos), cuyo valor monetario es arbitrariamente fijado por el que lo atiende.
- Inmoralidad
- el mundo fue y será una porquería;
- el siglo veinte es un despliegue de maldad insolente;
- el que no llora no mama y el que no afana es un gil.
- Desvalorización del prójimo
- Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor,
ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador.
Todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor.
No hay aplazaos ni escalafón, los inmorales nos han igualao.
Si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición,
da lo mismo que si es cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón...
…qué falta de respeto…
cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón.
Mezclao con Stavisky va Don Bosco y la Mignón,
don Chicho y Napoleón, Carnera y San Martín. - a nadie importa si naciste honrao.
Es lo mismo el que labura noche y día como un buey,
que el que vive de los otros, que el que mata,
que el que cura o está fuera de la ley.
- Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor,
Aparecen también, pero en mucho menor medida, otros rasgos como la irracionalidad (qué atropello a la razón); el fatalismo (el mundo fue y será una porquería y no pienses más, sentate a un lao). Estos rasgos culturales argentinos no son casuales sino el resultado de comportamientos heredados y transmitidos por vía familiar e institucional.
Fuentes
- Cambalache cantado por Julio Sosa. La letra es parcialmente diferente a la original.
- Cambalache en Wikipedia.