Ciencia y política

La enciclopedia de ciencias y tecnologías en Argentina

La estrecha relación que hay entre ciencia y política es rara vez reconocida por los científicos pero hay destacados ejemplos de que cuando las ciencias se ponen al servicio de la política, dejan de ser ciencia. Entre estos se cuenta el caso Lysenko, en la desaparecida Unión Soviética, y el affaire Richter en Argentina.


Lysenko y la agricultura soviética

Fuentes

Richter y la fusión nuclear inducida

El físico austríaco Ronald Richter, emigrado de la Alemania de posguerra, e invitado a trabajar en Argentina por el Ing. Kurt Tank fue contratado por el gobierno en tiempos de Perón (1946-1955) y montó la mayor fantasia cientifica de la historia del pais. Ronald Richter, en un ambiente de misterio, donde no faltaban las denuncias paranoicas de espionaje y atentados, construyó en la isla de Huemul, frente a la Playa Bonita de Bariloche un "centro de Investigacion" con "laboratorios" y "reactores". Mas importante que todo esto, Richter contruyó la fantasia, rápidamente popularizada, de que Argentina tenía el secreto de la fusión nuclear y con él la posibilidad de contar con energia barata. Obtuvo la gloria efímera de ser tapa de diarios y revistas de la época cuando en 1951 realizó el espectacular anuncio de que se habia logrado la fusión, incluso tuvo resonancia internacional y las grandes potencias mostraron su preocupación. Richter fue un ídolo de pies de barro. Nació y murió con el gobierno de Perón, como un símbolo. Perón se fió de sí mismo en la elección de Richter para tamaña empresa y no aceptó el consejo de los investigadores que, como Gaviola, lo denunciaron desde el principio. La comisión parlamentaria conformada con asesores científicos de la talla de José Balseiro dejó al descubierto el fraude y el gobierno rompió el contrato con él en 1955.[1]

Fuentes