Comisión Nacional de Energía Atómica
La enciclopedia de ciencias y tecnologías en Argentina
La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) es un organismo autárquico del estado cuyas incumbencias principales están en el campo de la energía nuclear. Lleva a cabo investigaciones y desarrollos científicos originales y tecnológicos innovadores, especialmente en diversas áreas de la Física, la Química y la Ciencia de Materiales.
Régimen legal
La CNEA fue creada el 31 de mayo de 1950 por Decreto N° 10.936/50. Sus actividades y régimen de funcionamiento están regidos por dos normas principales: el Decreto-Ley N° 22.498/56, ratificado por la Ley N° 14.467, y la Ley Nacional N° 24.804 de la Actividad Nuclear con su Decreto Reglamentario Nº 1.390/98. Esta legislación le permite amplia capacidad de acción pública y privada en los órdenes científico, técnico, industrial, comercial, administrativo y financiero. La CNEA es también responsable de la aplicación de la Ley Nacional N° 25.018 de Régimen de Gestión de Residuos Radiactivos y de la Convención (Internacional) Conjunta sobre la Seguridad en la Gestión de los Combustibles Gastados y la Seguridad en la Gestión de los Residuos Radiactivos, refrendada por la Ley N° 25.279.
Misión y funciones
El Art. 2º de la Ley Nº 24.804 establece sus funciones y facultades, entre las que merecen destacarse las siguientes:
- Asesorar al Poder Ejecutivo en la definición de la política nuclear.
- Promover la formación de recursos humanos de alta especialización y el desarrollo de ciencia y tecnologías en materia nuclear, comprendida la realización de programas de desarrollo y promoción de emprendimientos de innovación tecnológica.
- Propender a la transferencia de tecnologías adquiridas, desarrolladas y patentadas por el organismo, observando los compromisos de no proliferación asumidos por la República Argentina.
- Ejercer la responsabilidad de la gestión de los residuos radioactivos cumpliendo las funciones que le asigne la legislación específica.
- Determinar la forma de retiro de servicio de centrales de generación nucleoeléctrica y de toda otra instalación radiactiva relevante.
- Prestar los servicios que le sean requeridos por las centrales de generación nucleoeléctrica u otra instalación nuclear.
- Ejercer la propiedad estatal de los materiales radiactivos fisionables especiales contenidos en los elementos combustibles irradiados.
- Ejercer la propiedad estatal de los materiales fusionables especiales que pudieren ser introducidos o desarrollados en el país.
- Desarrollar, construir y operar reactores nucleares experimentales.
- Desarrollar aplicaciones de radioisótopos y radiaciones en biología, medicina e industria.
- Efectuar la prospección de minerales de uso nuclear, sin que ello implique excluir al sector privado en tal actividad.
- Efectuar el desarrollo de materiales y procesos de fabricación de elementos combustibles para su aplicación en ciclos avanzados.
- Implementar programa de investigación básica y aplicada en las ciencias base de la tecnología nuclear.
- Establecer programas de cooperación con terceros países para los programas enunciados en el inciso precedente y para la investigación y el desarrollo de la tecnología de a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
- Promover y realizar todo otro estudio y aplicación científica de las transmutaciones y reacciones nucleares.
- Actualizar en forma permanente la información tecnológica de las centrales nucleares en todas sus etapas y disponer del aprovechamiento óptimo de la misma.
- Establecer relaciones directas con otras instituciones extranjeras con objetivos afines.
- Celebrar convenios con los operadores de reactores nucleares de potencia, a los fines de realizar trabajos de investigación.
Rasgos centrales
La CNEA tuvo un destacado rol en el desarrollo de las ciencias físicas y de materiales del país, habiendo logrado mantener durante mucho tiempo prestigiosos planteles científicos y tecnológicos. Una vez más, una de las claves de su éxito fue que desde el momento de su creación fue autónoma y estuvo libre de presiones partidarias. Se benefició también grandemente de la importante inyección de dinero que significó el Plan Nuclear Argentino, implementado en sus tres centros atómicos: Bariloche (donde, en combinación con el Instituto Balseiro, se forman físicos, ingenieros mecánicos y nucleares), Constituyentes (sede del Instituto Sábato, único del país que forma ingenieros en materiales) y Ezeiza (donde se hace formación en aplicaciones nucleares). Tuvo una clara formulación de objetivos e hizo máximo uso de los recursos naturales y científicos nacionales, sin discriminaciones ideológicas. Su gran estabilidad permitió que sus profesionales pudieran perfeccionarse y sus actividades cimentarse, pero hasta el año 2015 carecía de objetivos claros además de los nucleares. Dada la gran importancia práctica de la energía debería, como ya lo fue hace muchos años su análogo de EE.UU., ser transformada en un organismo para el desarrollo de las energías en general, en especial de las renovables donde hay varias leyes nacionales pero no un estudio científico-tecnológico integral de todos sus aspectos (Solivérez, p. 43).
Fuentes
- Sitio oficial de la CNEA.
- Solivérez, Carlos E.; Hacia un sistema nacional de ciencia y tecnología.