Democracia delegativa

La enciclopedia de ciencias y tecnologías en Argentina

Guillermo O`Donnell en 1982.

Democracia delegativa es el término usado por el politólogo argentino Guillermo O`Donnell en la década de 1990 para denominar un tipo de gobierno hoy común en Argentina, y otros países tanto latinoamericanos como algunos surgidos de la "primavera árabe". Se trata de gobernantes democráticamente elegidos, algunos de ellos reelectos por votación libre, que se sienten autorizados a gobernar como lo crean conveniente, sin interferencias del poder legislativo, judicial y de los órganos de control. Es el caso de los gobiernos de Juan Domingo Perón, Carlos Saúl Menem, Néstor Kirchner y Cristina Fernández en Argentina, Alberto Fujimori en Perú, Fernando Collor de Melo en Brasil y Hugo Chávez en Venezuela. Estos gobiernos son posibles porque amplios sectores de la sociedad de esos países consideran que las vías comunes de la democracia han demostrado ser insuficientes para satisfacer sus expectativas, especialmente las económicas.


Rasgos principales

  • Democracia formal
    • El gobierno surge de elecciones razonablemente libres donde hay candidatos opositores.
    • Hay algún grado de libertad de expresión, aunque limitada por el uso del poder de compra del Estado (publicidad oficial dirigida) y la compra de medios de comunicación social por empresarios afines al gobierno.
    • Hay libertad de asociación, reunión y expresión pública directa de ideas, matizada con frecuentes acusaciones oficiales de desestabilización, extremismo y favorecimientos de intereses oligárquicos o antipopulares a los disidentes con las ideas de los gobernantes.
    • El gobierno considera que tiene un cheque en blanco para hacer lo que quiere hasta las siguientes elecciones, sin consultar ni atender a las objeciones de otras corrientes políticas o asociaciones de ciudadanos.
  • Economía
    • Concepción pragmática de la economía, subordinada a las necesidades políticas del gobierno.
  • Forma de gobernar
    • El Poder Ejecutivo Nacional (PEN) concentra todo el poder, subordinando a los gobernadores mediante el recorte de recursos u obras de origen nacional y leyes de centralización de decisiones.
    • El Poder Legislativo aprueba, con escasas modificaciones, las leyes enviadas por el PE y le delega funciones que le competen con exclusividad.
    • Se designa a jueces adictos y se presiona al Poder Judicial para actuar según los intereses oficiales.
    • Se desarticulan los organismos de control de gestión en todos los niveles.
    • Los ministros no tienen autonomía y son meros ejecutores de las órdenes del presidente de la nación.
    • Las relaciones con los actores políticos, sociales y económicos están regidas por el maniqueísmo.
  • Instituciones
    • Se prioriza la lealtad política de los funcionarios sobre la idoneidad para el buen cumplimiento de las funciones que le competen.
    • Las instituciones son medios de ejercer el poder mediante la distribución dirigida de recursos, por lo que no tienen estabilidad ni sirven de medio de formación estable de buenos ejecutores. Se crean o modifican según la conveniencia política del momento, salvo oposición generalizada que pueda poner en jaque el sustento popular del gobierno.
  • Sustento popular
    • Se requieren sectores sociales mayoritarios, generalmente los de menores recursos económicos, dispuestos a creer en un líder carismático que encarna por delegación inconsulta sus intereses. Esto proviene usualmente de alguna crisis económica, o de la frustración de expectativas de progreso económico y ascenso social.
    • Se fomentan las apetencias como medio de conseguir votos fomentando, por ejemplo, el consumismo versus el ahorro, el espectáculo y las apariencias versus el contenido, los resultados de corto plazo versus los que necesitan de varios períodos de gobierno para comenzar a rendir frutos.
  • Finalidades y logros
    • El líder carismático que ejerce la presidencia puede tomar medidas que favorecen el bienestar de los sectores más postergados, pero también favorecer otros intereses contrapuestos como medio de afianzar su poder. El principal problema de las medidas positivas es el siguiente.
    • La estabilidad en el tiempo de las soluciones halladas requiere consensos más generalizado que el de los seguidores incondicionales, así como la buena institucionalización de su ejecución y funcionamiento. Ambos factores son difíciles de conseguir en la democracia delegativa.

Fuentes

  • O'Donnell, Guillermo; Democracia, agencia y Estado: teoría con intención comparativa; Edit. Prometeo; Ciudad de Buenos Aires; 2010.
  • O'Donnell, Guillermo; La democracia delegativa; La Nación; 4 de diciembre de 2011.

Véase también