Además del armado de artefactos tecnológicos con materiales caseros, mi principal hobby por varios años fue la genealogía (tengo una página en http://gw0.geneanet.org/csoliverez y soy académico correspondiente de la [http://www.genealogia.or.cr/|Academia_Costarricense_de_Ciencias_Genealógicas Academia Costarricense de Ciencias Genealógicas]), la que practiqué como una forma de entender mis orígenes, valorar mi deuda con la sociedad y aprender historia de España (de la que los argentinos sabemos poco, y lo poco que sabemos, mal). Mi apellido es de origen [http://es.wikipedia.org/wiki/Mallorca mallorquín] (s'oliveres: de los olivares) y mis abuelos remotos por línea de varón son del norte de España, probablemente del [http://es.wikipedia.org/wiki/País_Vasco País Vasco] y [http://es.wikipedia.org/wiki/Cataluña Cataluña].
Durante más de 5 años fui redactor regular en Wikipedia, donde soy el autor principal —casi —casi único desde el punto de vista conceptual— conceptual— del artículo sobre [http://es.wikipedia.org/wiki/Tecnolog%C3%ADa tecnología]. Dejé de redactar allí en marzo de 2012 cuando me cansé de los frecuentes problemas que tenía con otros usuarios y bibliotecarios por el contenido de los artículos y la validez de contenidos y referencias. En sustancia, los problemas principales fueron 2 políticas centrales de Wikipedia:
# La acotación de contenidos al refraseo de trabajos publicados por terceros cuya validez los redactores habituales no saben juzgar. Esto disuade o impide el aporte de científicos y tecnólogos interesados en divulgar aspectos de su especialidad. Se impide, también, citar textualmente al Diccionario de la Lengua Española o trabajos de organismos estatales, por considerarlo plagio.
# La política casi obligatoria de anonimato —se —se bloquean páginas de usuarios que no la respetan a juicio de 2 o 3 bibliotecarios, usualmente amigos entre sí— sí— que es nociva en temas científicos y tecnológicos, ya que la identidad y los antecedentes de una persona avalan su idoneidad en algún área de redacción.
Soy partidario del libre acceso a toda la información científica y tecnológica que ha sido total o parcialmente costeada por un gobierno, ya que pertenece a los contribuyentes y al acervo común de la humanidad que le da origen, sentido y sustento. Creo además, que los científicos y tecnólogos que trabajan para el Estado deben avalar personalmente sus opiniones y poder expresarlas publicamente aunque a sus jefes no les gusten, cosa que actualmente está prohibida o es castigada en las más importantes instituciones científicas y tecnológicas de Argentina.