La industria electrónica argentina se caracterizó, desde sus comienzos en los primeros tiempos de la telefonía y de las radios a válvula, de depender casi totalmente de componentes importados. Los únicos componentes que llegaron a fabricarse por un corto tiempo fueron las resistencias, pero su fábrica (aunque las fabricaba de excelente calidad) fue adquirida por una empresa multinacional que luego la cerró para evitar que compitieran con sus productos. A diferencia de lo sucedido en países como Corea del Sur y Japón, los gobiernos argentinos no establecieron políticas al respecto limitándose a fomentar el armado de aparatos electrónicos que se importan sin cargo. Ni siquiera se fabrican en el país las partes más sencillas, como los gabinetes. El único caso conocido de desarrollos originales fabricados y comercializados en masa es el de la División Electrónica de [[FATE Electrónica ]], que fabricó la segunda calculadora electrónica portátil del mundo, después de Hewlett Packard. ===Fuentes===* Merlo Flores, Jorge; [ ''Una industria electrónica nacional'']; revista Ciencia Nueva Nº 8; Ciudad de Buenos Aires; marzo de 1971; pp. 25-28.