Facundo o civilización y barbarie
La enciclopedia de ciencias y tecnologías en Argentina
Facundo o civilización y barbarie, usualmente citado como el Facundo, es el libro escrito en 1845 por Domingo Faustino Sarmiento, considerado por muchos como la primera novela argentina. Se trata en realidad de un planteo ideológico sobre el deber ser de la cultura argentina, designio político para cuyo cumplimiento se entremezclan informaciones reales con ficciones, aunque siempre planteadas con tono ameno, enérgico y convincente. El tema principal del libro es la contraposición entre la cultura rural y la urbana de ese tiempo, donde el resultado prototípico de la primera es, a juicio del autor, el caudillo riojano Facundo Quiroga.
Contenido
Finalidad del Facundo
En la carta que escribió el 22 de diciembre de 1845 al general Paz, Sarmiento expresa (Coni G, p. 241):
- Remito a S. Excia. un ejemplar de Facundo qe e escrito con el objeto de favorecer la revolución i preparar los espiritus. Obra improvisada, llena por necesidad de inecsactitudes, a designio a veces, no tiene otra importancia qe la de ser uno de tantos medios tocados para ayudar a destruir un gobierno absurdo, i preparar el camino a otro nuevo.
En una carta a Valentín Alsina, se describe a sí mismo como [1]
- un pobre narrador americano (que) se presentase ante ellos [los políticos y escritores franceses e ingleses, los más conspicuos representantes de la civilización que han pactado con Rosas: Palmerston y Guizot, Luis Felipe y Luis Napoleón] con un libro para mostrarles... (que se han equivocado).
Ortografía
Sarmiento proponía una ortografía fonética, eliminando letras innecesarias como la consonante h y la vocal y (que reemplazaba con i). El tema se discute en detalle en la biografía de Sarmiento.
Descripciones del territorio argentino
Narciso Binayán, en su estudio sobre el Facundo, afirma que cuando Sarmiento lo escribió no conocía la pampa sino por descripciones de viajeros como Francis Bond Head (a quien pertecen los lemas de 2 capítulos de Rough notes taken during some rapid journeys across the pampas and among the Andes, 1826) y Joseph Andrews (quien describió Tucumán en Journey from Buenos Ayres through the provinces of Cordova, Tucuman, and Salta to Potosí de 1827).[2]
Civilización y barbarie
Aunque el concepto se encuentra en muchas de sus obras, es en Facundo donde Sarmiento desarrolló con más detalle estos conceptos. Las siguientes son citas selectas que permiten captar el sentido que da a esos términos, identificando el capítulo de donde están tomados (véase, también, el artículo sobre los gauchos argentinos).
- El hombre de la ciudad viste el traje europeo, vive de la vida civilizada, tal como la conocemos en todas partes: allí están las leyes, las ideas de progreso, los medios de instrucción, alguna organización municipal, el gobierno regular, etc. Saliendo del recinto de la ciudad, todo cambia de aspecto: el hombre de campo lleva otro traje, que llamaré americano, por ser común a todos los pueblos; sus hábitos de vida son diversos; sus necesidades, peculiares y limitadas; parecen dos sociedades distintas, dos pueblos extraños uno de otro. Aún hay más: el hombre de la campaña, lejos de aspirar a semejarse al de la ciudad, rechaza con desdén su lujo y sus modales corteses, y el vestido del ciudadano, el frac, la capa, la silla, ningún signo europeo puede presentarse impunemente en la campaña. Todo lo que hay de civilizado en la ciudad está bloqueado allí, proscripto afuera, y el que osara mostrarse con levita, por ejemplo, y montado en silla inglesa, atraería sobre sí las burlas y las agresiones brutales de los campesinos. (...) Así, en materia de caminos, la naturaleza salvaje dará la ley por mucho tiempo y la acción de la civilización permanecerá débil e ineficaz. (Aspecto físico de la República Argentina.)
- La vida primitiva de los pueblos, la vida eminentemente bárbara y estacionaria, la vida de Abraham, que es la del beduino de hoy, asoma en los campos argentinos, aunque modificada por la civilización de un modo extraño. (...) porque no puede haber progreso sin la posesión permanente del suelo, sin la ciudad, que es la que desenvuelve la capacidad industrial del hombre y le permite extender sus adquisiciones. (El Aislamiento.)
- El progreso moral, la cultura de la inteligencia descuidada en la tribu árabe o tártara es aquí no solo descuidada sino imposible. ¿Dónde colocar la escuela para que asistan a recibir lecciones los niños diseminados a diez leguas de distancia en todas direcciones? Así, pues, la civilización (es) del todo irrealizable, la barbarie es normal, y gracias si las costumbres domésticas conservan un corto depósito de moral. (...) A falta de todos los medios de civilización y de progreso, que no pueden desenvolverse sino a condición de que los hombres estén reunidos en sociedades numerosas, ved la educación del hombre en el campo. (...) La vida del campo, pues, ha desenvuelto en el gaucho las facultades físicas, sin ninguna de las de la inteligencia. (La Vida Individual.)
- Con esta sociedad, pues, en que la cultura del espíritu es inútil o imposible, donde los negocios municpales no existen, donde el bien público es una palabra sin sentido, porque no hay público, el hombre dotado eminentemente se esfuerza por producirse y acepta para ello los medios y los caminos que encuentra. El gaucho será un malhechor o un caudillo, según el rumbo que las cosas tomen en el momento en que ha llegado a hacerse notable. (...) La vida de los campos argentinos, tal como la he mostrado, no es un accidente vulgar; es un orden de las cosas, un sistema de asociación, característico, normal, único a mi juicio en el mundo, y él solo basta para explicar toda nuestra revolución. Había antes de 1810 en la República Argentina dos sociedades distintas, rivales e incompatibles; dos civilizaciones diversas: la una española, europea, culta, y la otra bárbara, americana, casi indígena. Y la revolución de las ciudades sólo iba a servir de causa, de móvil, para que estas dos maneras distintas de ser de un pueblo se pusiesen en presencia una de otra, se acometiesen y, después de largos años de lucha, la una absorbiese a la otra. (La Vida Social.)
Fuentes generales
- Facundo o civilización y barbarie. Texto electrónico en la Biblioteca Virtual Cervantes.
- Facundo en Wikipedia.
- Terán, Oscar; Para leer el Facundo; Edit. Capital Intelectual; Buenos Aires; 2007; ISBN 9789876140379.