Método de Galli Mainini de diagnóstico precoz del embarazo

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El Método de Galli Mainini de diagnóstico precoz del embarazo' —en Argentina popularmente llamado test de la rana— fue desarrollado por el médico argentino Carlos Galli Mainini en el Hospital Rivadavia de la ciudad de Buenos Aires, entre los años 1942 y 1947. Su uso fue generalizado en el país hasta las década de 1970-1980 en que fue reemplazado por métodos inmunológicos.


Diagnóstico precoz del embarazo

El interés de los esposos por saber si van a tener o no un hijo no ha decaído durante toda la historia humana. Según un milenario papiro del Egipto faraónico, para detectar si la mujer estaba embarazada se le hacía orinar sobre semillas de trigo y cebada. Si después de varios días sólo germinaba la cebada, el hijo sería varón; si germinaba el trigo, sería mujer; si no germinaba nada, la mujer no estaba embarazada (el papiro no daba el diagnóstico cuando germinaban ambos). Estudios hechos en 1963 mostraron que la orina de una mujer embarazada producía germinación el 70% de las veces, mientras que nunca lo hacía la de las mujeres no embarazadas o de los hombres.

En 1928 los ginecólogos alemanes Ascheim y Zondek desarrollaron un método más científico, aunque no 100% efectivo: inyectar la orina femenina en ratas hembras impúberes, dos veces por día durante 3 días sucesivos. Después de unas 100 horas se sacrifican las ratas e inspecciona la presencia de cuerpos lúteos en sus ovarios. Cuando éstos están engrosados, la probabilidad de embarazo es de un 80%. El hoy obsoleto Método Asheim-Zondek[1] era bastante más complejo y costoso que el egipcio pero no mucho más preciso.

Es muy reciente la comprensión científica de estos métodos biológicos que permiten la detección del embarazo en sus primeros días y antes de la aparición de síntomas como la interrupción de la menstruación. En 1930 James Collip y sus colaboradores descubrieron que cuando una mujer queda embarazada, en su orina aparecen fragmentos de una hormona, la gonadotrofina coriónica humana o hCG (sigla del nombre inglés human Chorionic Gonadotropin). Los metodos egipcio y alemán, como la casi totalidad de los métodos biológicos de detección de embarazo, sólo capitalizan los efectos visibles que la hCG tiene sobre algunas plantas y animales. Recién a partir de la década de 1960 comenzó el desarrollo de los métodos directos y rápidos que se usan hoy, basados en reacciones inmunológicas producidas por la hCG.

Test de la rana

Sapo Rhinella arenarum.

En 1930 Lancelot Hogben y colaboradores descubren que la inyección de orina de una embarazada en la rana hembra Xenopus laevis la hacía ovular en aproximadamente 18 horas. El método era efectivo entre el 94 y el 97% de los casos pero sólo varias semanas después de la suspensión de la menstruación y los animales no podían volver a usarse para una prueba de embarazo antes de los 40 días.[2]

En 1942, el citólogo Eduardo de Robertis dirigía el área de su especialidad en el Instituto de Anatomía General y Embriología que dirigía entonces Bernardo Alberto Houssay (quien recibiría el Premio Nóbel de Fisiología y Medicina en 1947). De Robertis descubrió entonces que la inyección de hCG en sapos provoca la liberación de espermatozoides por sus células de Sertoli. Su condiscípulo Carlos Galli Mainini, mientras trabajaba en el Hospital Rivadavia de Buenos Aires entre 1942 y 1947, dedujo que si la mujer embarazada tenía hCG en su orina, su inyección en sapos causaría la maduración y expulsión de espermatozoides. Inyectó entonces orina de mujeres embarazadas en el saco linfático dorsal de sapos macho comunes (Rhinella arenarum, antes Bufo arenarum); al cabo de 2 o 3 horas examinó su orina al microscopio y, albricias, allí estaban los espermatozoides. Bautizada en su honor como Reacción de Galli Mainini, proporcionó un modo eficaz y económico de diagnóstico precoz del embarazo y se usó masivamente en toda América Latina durante varias décadas por su simplicidad y bajo costo. A partir de la década de 1960 el método fue reemplazado en los países más prósperos por métodos inmunológicos más rápidos y precisos. Sin embargo, aunque usando otros tipos de batracios, todavía sigue usándose en zonas rurales de México y algunos países centro y sudamericanos.

Puede haber hCG en la orina aún sin embarazo, pero esto es muy improbable. De todos los métodos disponibles hoy, los basados en esta hormona son los que permiten la detección más temprana y ella es la base de los rápido y sencillos tests de embarazo actuales. Estos tests no habrían podido desarrollarse sin la gran comprensión de los fenómenos biológicos y bioquímicos que han alcanzado las Ciencias Médicas. La Reacción de Galli Mainini es sólo un ejemplo entre muchos que pone claramente en evidencia el imprescindible basamento científico de la Medicina, que con la Electrónica son prototipos de tecno-ciencias, tecnologías basadas en saberes científicos.

Fuentes

  • Galli Mainini, Carlos; El diagnóstico de embarazo con batracios macho; Edit. Impaglione; ciudad de Buenos Aires; 1948.[3]
  • Galli Mainini, Carlos; Pregnancy test using the male toad; The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, vol. 7, Nº 9; September 1, 1947; pp.  653‑658.
  • Corres Calderón, Joaquín; Lineamientos generales para el control clínico biológico en enfermas con mola hidatiforme; revista Ginecología y Obstetricia México, vol. 77, Nº 13; México; pp. 597‑604.
  • Solivérez, Carlos E.; El test de la "rana"; diario Río Negro; General Roca (Pcia. de Río Negro); 19 de octubre de 2006.

Véase también