Plantas silvestres útiles de Argentina

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Las plantas silvestres útiles de Argentina son las que crecen allí espontáneamente —es decir, pueden encontrarse y recolectarse libremente en lugares apropiados— y tienen alguna aplicación práctica, frecuentemente alimenticia o medicinal.


Comestibles

Fuentes

Medicinales

Planta de Baccharis incarum (tola).
  1. Aloysia citriodora (también denominada Aloysia triphylla), arbusto que crece en climas soleados y húmedos. Se lo denomina vulgarmente cedrón, hierba luisa o verbena de Indias. La infusión de sus hojas (té) se usa mucho en Argentina como tónico estomacal, sedante y antineurálgico[1]. Piojicida[2].
  2. Ambrosia scabra]. Contiene Psilostachina C, sustancia que puede destruir al Tripanosoma cruzi[3], causante del Mal de Chagas - Mazza.
  3. Artemisia annua (también denominada Artemisia chamomilla). Se la conoce vulgarmente como ajenjo dulce, dulce Annie oajenjo chino. Es frecuentemente usada para combatir la malaria, el cáncer y como piojicida[4].
  4. Baccharis incarum. Vulgarmente conocida como tola en algunas regiones de la cordillera de los Andes. Contiene flavonoides que pueden ser usados para combatir bacterias como Staphylococcus aureus y Enterococcus faecalis[5].
  5. Cinnamomum porphyrium (también denominada Cinnamomun porphyria o Nectandra porphyria o Phoebe porphyria), árbol frondoso que crece en faldeos montañosos entre los 500 y 1.000 m de altura. Algunos de sus nombres vulgares son laurel de la falda, laurel del cerro, laurel de la selva, laurel tucumano, ayuí-nandí y cascarillo[6]. Piojicida[7].
  6. Myrcianthes pseudomato (también denominado Acreugenia pseudomato o Eugenia pseudo-mato), es un árbol. Piojicida[8].
  7. Salpichroa origanifolia. Su nombre vulgar es uvita del campo o huevo de gallo. Tiene propiedades analgésicas y antiinflamatorias[9].
  8. Senecio, género de la familia Asteraceae, vulgarmente llamado chachacoma. Se usa como una terapia tradicional para el malestar estomacal y para contrarrestar el apunamiento. Este efecto de protector gástrico y antiulcerante se debe a su aceite esencial y a un metabolito secundario derivado de la para-hidroxiacetofenona que produce la planta para protegerse de la radiación ultravioleta B[10].
  9. Zuccagnia punctata (jarilla). Contiene sustancias capaces de proteger al ADN del daño primario producido por xenobióticos, con potencial en su uso para la prevención del cáncer.[11]

Fuentes

  • Thomson, William A. R.; Guía práctica ilustrada de las plantas medicinales; Editorial Blume; Barcelona (España); 1980; ISBN 9788470311581 (Thomson PM).

Centros de investigación sobre propiedades útiles de plantas silvestres de Argentina

  1. Centro de Investigaciones y Desarrollo de Fármacos. No tiene sitio Internet.
  2. Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia de la Universidad Nacional de Tucumán.
  3. Instituto de Química del Noroeste (INQUINOA). El investigador César Catalán, especialista en fitoquímica de plantas tradicionales de la zona andina, determina la composición química para conocer los principios bioactivos[12]. El fraccionamiento bioguiado se realiza utilizando el ensayo BST (Brine Srimp Test) para detectar citotoxicidad general. Para la actividad antifúngica se realizan ensayos con hongos patógenos ya sea para el hombre o para cultivos de importancia regional (maíz, soja, poroto, etc.). Los polifenoles totales se determinan utilizando el reactivo de Folin-Ciocalteu; el efecto depurador de radicales con el reactivo 2,2-diphenyl-1-picrylhydrazyl (DPPH) y la capacidad antioxidante con el sistema micelar beta-caroteno/ácido linoléico. En todos los casos se emplean como controles positivos antioxidantes de uso común tanto naturales (vitamina E, ácido ascórbico, ácido gálico) como sintéticos (BHT, BHA).
  4. Instituto de Química y Metabolismo del Fármaco (IQUIMEFA). No tiene sitio Internet con información sobre sus investigaciones sobre propiedades farmacológicas de plantas silvestres de Argentina: contactar a Virginia Martino[13].

Véase también