El diagnóstico de la situación es descarnado. Señala que el país consume 131 millones de metros cúbicos (m³) de gas por día, de los cuales 32 millones se importan de Bolivia o por barco. Los 99 millones que se producen en el país provienen de yacimientos “maduros”, maduros con producción en declinación. Aclara, incluso, que todos están en ”el ''el último tercio” tercio'' de su vida productiva. Actualmente, plantea el informe, la Argentina consume el equivalente al total de un yacimiento como Loma La Lata (la estrella gasífera de YPF) cada 7 años. Hoy las importaciones de energía suman US$ USD 13.000 millones anuales. Esa sangría de divisas explica gran parte de las penurias de la economía actualargentina a fines del gobierno de Cristina Fernández: el cepo cambiario, las restricciones a las importaciones, la caída de reservas del Banco Central.

Así, la crisis energética que el Gobierno gobierno negó sistemáticamente la última década hoy pasa pasó su factura. Las propuestas de YPF apuntan apuntaban a intentar hacer más sustentable esa situación. De hecho, plantea planteaba que de seguir así, de los 32 millones de m3 m³ de gas que se importan, se saltaría en el 2020 a 51 millones, poniendo más presión a la falta de dólares. El problema, insiste insistía entonces YPF, es que la producción de los campos petroleros están estaban declinando fuertefuertemente. “Excepto ''Excepto el Complejo Aries- Carina '' (operado por Total) ''y el yacimiento Macueta en Salta '' (de PAE)'', todos los yacimientos se encuentran '' (...) ''cercanos a su presión de abandono. Esto implica que las productividades por pozo son cada vez menores y que los costos por captación y compresión, cada vez mayores”mayores''. A esto El informe agrega a ésto un punto esencial. : Argentina lleva años compensando las caídas de producción de gas local con importaciones desde Bolivia. Pero allí también Sin embargo, tambiénen ese país los principales campos (San Alberto y Sábayalo), “ya ''ya están en etapa de media presión”presión'', dice el informe. Así, plantea que de no mediar nuevos descubrimientos, los bolivianos no podrían cumplir con sus compromisos de venta de gas a la Argentina y Brasil en 2015, esto es antes de durante unos dos años. A los valores actuales, de entonces el país necesitará US$ USD 123.000 millones para importar gas de aquí a entonces hasta 2030.

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