Gas natural en Argentina

gas natural en Argentina

Contenido

1 Usos
2 Producción
3 Fuentes
4 Véase también

Usos

Energía: combustible (propulsión, calefacción)
Industria petroquímica: plásticos
Cultivos: fertilizantes

Según los datos del censo 2010 el 51% de los argentinos tenía gas de red y el 42% usaba garrafas como principal combustible para cocinar; el 3.2% usaba leña o carbón, el 2,8% gas de cilindros y el 0.19% usaba electricidad u otras formas de energía. En ese mismo año cuatros provincia argentinas no estaban conectadas a la red de gas natural: Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones, a ser abastecidas por el inconcluso gasoducto del nordeste.[1]

Producción

En el año 2013 la producción de gas natural en Argentina estaba en proceso de acelerada disminución. En julio de 2013 Miguel Galuccio, titular de YPF, propuso a la presidente Cristina Fernández el documento Ideas para el Plan Estratégico del Gas. La propuesta consiste en hacer inversiones, con aportes parciales del Estado, por más de USD 50.000 millones, comprar Petrobras de Argentina y lograr aportes de empresas privadas como Total y PAE. El objetivo es reducir las importaciones y, si se logra implementar todas las iniciativas con éxito, lograr el autoabastecimiento en 2019.

El diagnóstico de la situación es descarnado. Señala que el país consume 131 millones de metros cúbicos (m³) de gas por día, de los cuales 32 millones se importan de Bolivia o por barco. Los 99 millones que se producen en el país provienen de yacimientos maduros con producción en declinación. Aclara, incluso, que todos están en el último tercio de su vida productiva. Actualmente, plantea el informe, la Argentina consume el equivalente al total de un yacimiento como Loma La Lata (la estrella gasífera de YPF) cada 7 años. Hoy las importaciones de energía suman USD 13.000 millones anuales. Esa sangría de divisas explica gran parte de las penurias de la economía argentina a fines del gobierno de Cristina Fernández: el cepo cambiario, las restricciones a las importaciones, la caída de reservas del Banco Central.

Así, la crisis energética que el gobierno negó sistemáticamente la última década hoy pasó su factura. Las propuestas de YPF apuntaban a intentar hacer más sustentable esa situación. De hecho, planteaba que de seguir así, de los 32 millones de m³ de gas que se importan, se saltaría en el 2020 a 51 millones, poniendo más presión a la falta de dólares. El problema, insistía entonces YPF, es que la producción de los campos petroleros estaban declinando fuertemente. Excepto el Complejo Aries- Carina (operado por Total) y el yacimiento Macueta en Salta (de PAE), todos los yacimientos se encuentran (...) cercanos a su presión de abandono. Esto implica que las productividades por pozo son cada vez menores y que los costos por captación y compresión, cada vez mayores. El informe agrega a ésto un punto esencial: Argentina lleva años compensando las caídas de producción de gas local con importaciones desde Bolivia. Sin embargo, tambiénen ese país los principales campos (San Alberto y Sábayalo), ya están en etapa de media presión, dice el informe. Así, plantea que de no mediar nuevos descubrimientos, los bolivianos no podrían cumplir con sus compromisos de venta de gas a la Argentina y Brasil en 2015, durante unos dos años. A los valores de entonces el país necesitará USD 123.000 millones para importar gas de entonces hasta 2030.

Fuentes

Canton, Marcelo; Dudas por el plan secreto de YPF para producir más gas; diario Clarín; Editorial Clarín SA; Ciudad de Buenos Aires; 11 de agosto de 2013.

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