A pesar de que el brote mexicano precedió por muchos días a los primeros casos argentinos, los organismos nacionales y provinciales de salud no tomaron ningún recaudo. Cuando se produjeron los primeros casos en el país, diferentes funcionarios y particulares hicieron recomendaciones contradictorias sobre las medidas a tomar. En pleno auge del brote, en junio de 2009, se hizo una elección nacional para la cual una de las recomendaciones fue que en las colas debía dejarse un espacio de 1 metro y medio entre personas, inviable en la mayoría de los lugares de votación. Todos los partidos políticos realizaron masivos actos de cierre y el gobierno nacional hizo también grandes actos con anuncios de obras y otras medidas.