:''Para paliar transitoria e imperfectamente esta situación que se hace insostenible, desde el CENDA decidimos construir un índice de precios al consumidor que cumple con dos condiciones. En primer lugar, a diferencia de las consultoras privadas que esconden su metodología, ya sea por su debilidad o para tergiversar los datos según sus propios intereses, las fuentes utilizadas por CENDA para el IPC-7 provincias están disponibles y son producidas por el sector público. Algunas provincias —entre las que encuentran las siete que se han incluido en el índice— cuentan con Direcciones de Estadística que, según se sabe, no han sido sometidas a «cambios metodológicos». En segundo lugar, este índice explota al máximo las fuentes públicas y no pretende realizar un relevamiento propio sin bases sólidas y que requiere, para ser serio, de cuantiosos recursos de los que no disponemos. Como puede observarse en el gráfico que se incluye en el archivo, pese a sus falencias, el IPC-7 provincias mostró hasta diciembre de 2006 una evolución muy similar a la de los datos oficiales del IPC – Gran Buenos Aires, que luego se aparta de su trayectoria.
A fines de diciembre de 2011, cuando Axel Kicillof ya se desempeñaba como viceministro de Economía de la Nación, estos índices se eliminaron del sitio Internet del CENDA[http://seprin.com/blog/2011/04/11/cenda-un-centro-de-estudios-en-la-tormenta/][http://www.ieco.clarin.com/economia/Economia-borro-Web-medicion-inflacion_0_608939153.html], aunque en diciembre de 2012 todavía quedaban algunos enlaces truncos a esos datos[http://cenda.org.ar/destacado_index3.htm?KeepThis=true&TB_iframe=true&height=230&width=450]. Los datos hasta enero de 2011 fueron reproducidos por el diario Infobae[http://www.infobae.com/adjuntos/xls/2011/04/413192.xls]y se incluyen en el gráfico siguiente.
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El Consejo Académico de Estudio y Seguimiento del INDEC (CAES) se creó en julio de 2009 por el artículo 4º del [http://infoleg.mecon.gov.ar/infolegInternet/anexos/155000-159999/155775/norma.htm Decreto Nacional N° 927/2009]. Quedó finalmente integrado por Adrián Ramos, Enrique Zuleta Puceiro y Martín Moreno (Universidad de Buenos Aires), Juan Pérez (Universidad Nacional de Mar del Plata), Ernesto Seselovski (Universidad Nacional de Rosario) y Jorge Fernández Bussy (Universidad Nacional de Tres de Febrero). También fue invitada a participar la Universidad Nacional de Tucumán, la que parece no haber enviado nunca representante.
El CAES solicitó en dos oportunidades pedidos de informes sobre la metodología para medir la inflación, el organigrama del INDEC y las tareas preparatorias del censo nacional de 2010. Las repuestas brindadas fueron en ambos casos insatisfactoria, tanto en la cobertura de temas como en su nivel y grado de profundización. Los miembros del CAES destacaron que no son auditores, función que corresponde a la [[Auditoría General de la Nación]] y a la [[Sindicatura General de la Nación]], cuya actuación sería necesaria para evaluar las actuaciones del INDEC en los últimos años. Los catedráticos coincidieron en que el principal problema del INDEC es la falta de credibilidad de sus datos debido a su ''contexto institucional''. ''Lo que está en juego no es la metodología, es la validez de la información que está ligada a la autoridad de quien elabora esa indicador'', explicó Bussy. Zuleta Puceiro señaló que ese proceso ''minó la credibilidad no solo del INDEC sino de las instituciones" del país''.
El CAES informó también que pidió al gobierno el ''cronograma ampliado y metodología de tareas del Censo Nacional de Población y Viviendas del 2010 comparándolas con las desarrolladas en el censo anterior del 2001'', pero que no recibió datos ni un cronograma de actividades del organismo para su realización. Martín Moreno destacó la falta de información sobre el organigrama del INDEC donde dijo ''hubo 500 contratados desde 2007''. Martín Moreno recalcó que aunque el organismo no presente los datos solicitados por el CAES ''se elaborará el informe igualmente''.[http://www.rionegro.com.ar/diario/2009/12/30/12621453772.php] Estas declaraciones, hechas el 29 de diciembre de 2009, fueron publicadas al día siguiente por sitios de noticias electrónicas y algunos diarios del interior del país, pero no por ninguno de los de circulación nacional. En abril de 2010, transcurridos varios meses sin que el Ministerio de Economía proporcionara los datos requeridos, trascendió que el CAES daría por finalizadas sus funciones con, según especulaban fuentes extraoficiales, un informe final crítico. Sin embargo, es era improbable que, aunque sea verdad, esto suceda haya un informe oficial de la comisión ya que la ejecución del presupuesto de las universidades depende del de un Ministerio de Economíade la Nación que no aceptará uno crítico. Todo indican indica que la creación del CAES no se hizo para corregir el funcionamiento del INDEC sino sólo como una cortina manera de humo para ganar tiempo.mientras la atención pública se desvía hacia otros temas[http://www.rionegro.com.ar/diario/rn/nota.aspx?idart=355917&idcat=9532&tipo=2] Aunque el CAES no se pronunció nunca, como era previsible. Efectivamente, cuando el informe final de uno de sus los integrantes, más importantes del CAES (la [[UBA]], ) estuvo terminado, durante unos cuatro meses el Ministro de Economía, Amado Boudou, con diversas excusas, se negó a recibirlo. Finalmente lo hizo en noviembre de 2010 y el informe final, que desnuda las graves falencias del organismo y de los índices que elabora, fue dado a publicidad por la universidad y puede hasta diciembre de 2012 podía leerse en su sitio webInternet[http://www.uba.ar/download/informe.pdf].
[[Archivo:INDEC IPC provinciales.jpg|400px|right|thumb|<small><center>'''Variaciones porcentuales mensuales del IPC INDEC con los provinciales. Las variaciones acumuladas son mucho mayores que las que se infieren del gráfico.'''</center></small>]]
Las principales conclusiones del Informe Técnico de la Universidad de Buenos Aires (UBA) con Relación a la Situación del INDEC son:
* La validez de las estadísticas depende de la buena recolección de los datos usados para elaborarlas. La verificación de estos datos sólo puede lograrse mediante controles regulares por auditorías externas, las que nunca se hicieron.
* A partir de la intervención del año 2007 los IPC elaborados por el organismo comienzan a diferir grandemente de los índices provinciales de Córdoba, Mendoza, San Luis y Santa Fe, con los que —hasta entonces— guardaba estrecha relación. Es muy improbable que estas diferencias sean sólo fruto del azar o de errores de la metodología anterior.
* Es erróneo usar, como arguye el INDEC, canastas de frutas y verduras con valores calóricos optimizados por nutricionistas, ya que lo que determina el costo de vida es el consumo real de los argentinos, no el consumo que sería deseable por consideraciones de cualquier tipo.
* Es erróneo usar índices de precios estimados por otros organismos con metodologías desconocidas por otros organismos, caso del costo de la medicina prepaga proporcionada por la Superintendencia de Servicios de Salud, donde se omiten aumentos efectivamente pagados por los usuarios en razón de no haber sido todavía autorizados.
* Se informan disminuciones de costos en rubros como servicio doméstico, cuando el Ministerio de Trabajo informa para el mismo período aumentos salariales tanto para el sector formal como informal (''en negro'').
* Según los índices del INDEC el salario real de los argentinos habría crecido a un ritmo del 10% anual durante la crisis del 2008 y 2009, cuando todos los restantes indicadores de la economía, y los internacionales en circunstancias similares, indican lo contrario. Esto es particularmente anómalo para los trabajadores informales, para los que una disminución del acceso a puestos de trabajo les habría acarreado un extraordinario imposible aumento de su poder de compra.
* Los índices de precios mayoristas del INDEC han aumentado mucho más que los IPC, lo que indicaría una gran disminución de la rentabilidad comercial, incompatible con la subsistencia de la actividad.
* Hay grandes problemas con las actividades preparatorias y la planificación de la elaboración de los datos del censo nacional 2010.* Buenas elaboraciones requieren de personal capacitado y con experiencia en el tema. Gran parte de este personal se alejó de la institución a partir de la intervención del año 2007. Sólo poco más de 25% de los cargos directivos estaban, en 2010, cubiertos como establecen las normas legales. Una fracción importante de todo el personal no tiene la capacitación ni la experiencia apropiados para sus tareas. Por ello, la adecuada normalización del INDEC es condición necesaria un requisito previo para su buen funcionamiento.
El informe finaliza con el análisis de la importancia de las estadísticas para la determinación del estado de situación de la economía y de diversos sectores sociales, dando recomendaciones sobre cambios de legislación.