Tanto en la vida cotidiana —caso —caso del hogar— hogar— como en el mundo del trabajo —caso —caso de las oficinas y fábricas— fábricas— se encomienda a personas la responsabilidad del cumplimiento de ciertas funciones. El [[organigrama]] de una institución especifica usualmente (o debería hacerlo) las ''misiones y funciones'' de cada área, área que está justa y precisamente delimitada por el conjunto de funciones que le competen y que no deberían superponerse con las de otras áreas, sólo complementarse.

Uno de los rasgos centrales de las sociedades capitalistas modernas, es la [[división social del trabajo]]. En estas sociedades, en mucho mayor grado que en las sociedades de otro tipo (como las tribus indígenas amazónicas), las personas se especializan en la eficaz realización de cierto tipo de tareas. Cuando estas tareas requieren [[saber|destrezas y saberes]] que sólo pueden adquirirse mediante entrenamiento especial —sea —sea por trabajo junto a un maestro, sea en una institución educativa de cualquier clase— clase— se dice que la persona que los domina tiene un oficio o profesión. Para sus practicantes los oficios cumplen la función social de proporcionarle los ingresos necesarios para adquirir todo lo necesario para satisfacer sus [[necesidades básicas]]. Para los beneficiados por los resultados, los oficios cumplen la función técnica de proveerles de productos y servicios que no cualquiera puede brindar. El artículo [[oficios y profesiones tecnológicas]] da un listado ilustrativo de los mismos.