INVAP

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Planta de INVAP a la entrada de Bariloche, con el lago Nahuel Huapi al fondo.[1]

INVAP, antes Investigaciones Aplicadas, es una sociedad del estado de la provincia de Río Negro que desarrolla y comercializa productos tecnológicos de avanzada, como reactores nucleares experimentales, satélites científicos y de comunicaciones, sistemas de radares aeronáuticos, equipos de cobaltoterapia, centros de terapia radiante, generadores eólicos.


Historia

INVAP se creó en 1976 a partir del programa de investigaciones aplicadas del Centro Atómico Bariloche iniciado a comienzos de esa década. Considerado inicialmente "brazo ejecutor” de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), sus primeras tareas de importancia fueron el desarrollo de la tecnología de fabricación de esponja de circonio usada para el envainado del combustible (UO2) de las centrales nucleo-eléctricasdel Plan Nuclear argentino. Simultáneamente, con tecnología previamente desarrollada por la CNEA, construyó el reactor de investigación RA6 del Centro Atómico Bariloche.

En la misma época INVAP desarrolló en instalaciones de Pilcaniyeu (localidad de la estepa patagónica cercana a Bariloche) tecnología y equipamiento para el enriquecimiento de uranio por difusión gaseosa. El desarrollo culminó en 1983, pocos días antes de la asunción del presidente Raúl Alfonsín. Debido al modo secreto en que se llevó a cabo, durante una dictadura militar y cuando la CNEA estaba conducida por un militar (el almirante y doctor en Física Carlos Castro Madero), se sospechó infundadamente que el programa tenía objetivos militares. (Véase el artículo Plan Nuclear.)

A comienzos de la década de 1990 el Plan Nuclear fue suspendido. En ese momento INVAP llegó a tener una planta de 1.200 personas, que tuvo que reducirse drásticamente. Tuvo luego grandes altibajos económicos que fue superando por generación de sus propios recursos, sin subsidios estatales pero con avales de la Provincia de Río Negro. INVAP reorganizó exitosamente sus actividades, estructurándolas en 5 grandes áreas:

  • Nuclear.
  • Espacial.

Área Nuclear

INVAP es actualmente uno de los principales referentes internacionales en reactores de producción de radioisótopos. También fue el principal realizador de la ingeniería del reactor de potencia media (30 – 150 MWe) CAREM de la CNEA. El antiguo competidor de INVAP, la canadiense AECL, ha pedido la colaboración de INVAP para completar sus dos reactores MAPLE, la demora de cuya puesta en operación provoca dificultades en el suministro de tecnecio, elemento radioactivo de uso generalizado en diagnósticos médicos.

Los principales reactores nucleares construidos son los siguientes, en orden cronológico de iniciación de operaciones (fecha entre paréntesis):

  • RP-0: De potencia cero; de entrenamiento; para el Instituto Peruano de Energía Nuclear (1978). Fue contratista principal de la CNEA para su construcción.
  • RA-6: De 500 kW; multipropósito; para el Centro Atómico Bariloche (1982).
  • RP-10: De 10 MW; para investigación, docencia y fabricación de radioisótopos; para el Instituto Peruano de Energía Nuclear (1988).
  • Nur (luminosidad en árabe): De 1 MW; para investigación y producción de radioisótopos; para el Haut Commissariat pour la Recherche de Argelia (1989).
  • RA-8: Para probar los combustibles del CAREM; construido para la CNEA en Pilcaniyeu, provincia de Río Negro (1997).
  • ETRR-2: De 22 MW; multipropósito; para la Autoridad de Energía Atómica de Egipto (1997).
  • OPAL: De 20 MW; para producción de radiosiótopos, insumos de microelectrónica e investigación en materiales; para la Australian Nuclear Science Technology Organization (2005).
  • Central nucleoeléctrica CAREM. En proceso de construcción de prototipo.

Su máximo logro hasta la fecha —al mismo tiempo la mayor exportación tecnológica de Argentina— fue la construcción del reactor OPAL de 200 millones de dólares para el gobierno de Australia. Compitió para ello con gigantes de la tecnología industrial, como Areva de Francia, Siemens de Alemania y AECL de Canadá.

Silos de hormigón del ASECQ.

INVAP presta servicios de reparación y mantenimiento para centrales nucleares. Entre ellos se cuentan:

  • ASECQ: Sistema de Almacenamiento en Seco de Elementos Combustibles Quemados de centrales nucleares, diseñado y construido para la Central Nuclear de Embalse (1993). Permite guardar el combustible quemado entre 50 y 100 años a costo muy bajo, con alta seguridad radiológica y bajo monitoreo sistemático.
  • REMA: Conjunto de herramientas robóticas telecomandas de reparación y mantenimiento inicialmente desarrollado en 2001 para la reparación de la central nuclear Atucha I.

INVAP no produce radioisótopos, fabrica plantas para su producción o estudios afines. Entre ellas se cuentan:

  • CELCA-PIE: Unidad de inspección post-irradiación; para el Centro Atómico Ezeiza.
  • CENTIS: Instalación para producir radiofármacos y producir y fraccionar isótopos; para la Secretaría de Asuntos Nucleares de Cuba.
  • INSHAS: Planta para la producción de radio isótopos de aplicación médica e industrial; para la Autoridad de Energía Atómica de Egipto; en diciembre de 2009 estaba en proceso de terminación.

INVAP ha sido fuertemente criticado por organizaciones ambientalistas como Greenpeace por su intensa promoción de tecnologías nucleares que son inherentemente de alto riesgo personal y ambiental.[2] No ha habido hasta el momento ningún informe público de accidentes graves en ninguna de sus instalaciones.

Área espacial

Colabora con la NASA en la fabricación de satélites, está diseñando el primer satélite nacional de comunicaciones.

Área industrial

  • Generadores eólicos.

Área de equipamiento médico y científico

  • Unidades de cobaltoterapia y centros completos de terapia radiante.

Área gobierno y defensa

Es uno de los proveedores principales del plan de actualización de los sistemas de radar de todos los aeropuertos argentinos.

Perspectivas

Se puede hacer en el país innovaciones de alta complejidad y gran magnitud en las fronteras del saber si se convoca a los mejores científicos y tecnólogos y se les brinda los medios necesarios para hacer bien su tarea. INVAP es uno de los ejemplos más destacados de lo que pueden lograr los científicos y tecnólogos argentinos cuando hay buena organización y apoyo estatal, siempre y cuando se eliminen las interferencias burocráticas (en este caso, gracias a la figura legal de sociedad del estado). Sus desarrollos tecnológicos de vanguardia no tienen relevancia para la resolución de las necesidades básicas del país, pero los principales culpables de ésto han sido los gobiernos nacionales que no usaron debidamente sus capacidades. INVAP podría haber sido, por ejemplo, proveedor de equipamiento médico de avanzada para todos los hospitales públicos del país.

En 2009 hizo una emisión de obligaciones negociables por 30 millones de dólares, que podrán ser utilizados para inversiones en activos físicos situados en la Argentina, para la integración de capital de trabajo y refinanciación de pasivos. En este año su personal fue de unos 600 empleados, unos 500 de ellos técnicos y profesionales.[3]

Fuentes