Capitalismo

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El capitalismo o sistema capitalista es el sistema económico dominante en el mundo contemporáneo. Sus consecuencias, sin embargo, son tan vastas que modifican totalmente la estructura política y cultural de las sociedades donde se implanta, por lo que es usual denominarlas sociedades capitalistas. No hay acuerdo generalizado sobre todos los rasgos del capitalismo ni está bien delimitada la época en que apareció por primera vez en Europa Occidental, región donde se considera tuvo origen. En este artículo, que servirá de base para la discusión de la evolución del capitalismo en Argentina, se tratará de establecer los rasgos mínimos que sirvan de fundamento para ese análisis.


Rasgos del sistema capitalista

Según Wallerstein, los rasgos esenciales del sistema capitalista son (ISBN 9789682321573, pp. 180‑182):

  1. Producción orientada hacia el beneficio económico (ganancia o lucro) o a la acumulación de capital, no hacia el uso.
  2. Procesos productivos (cadenas de valor) capaces de responder en plazos no demasiado largos a las demandas del mercado de modo de maximizar el beneficio económico. Ésto debe cumplirse al menos en algunos sectores económicos importantes, si no en todos.
  3. Integración de los procesos productivos anteriores al mercado externo (internacional).

Este análisis funcional de Wallerstein requiere el cumplimiento de una serie compleja de requisitos cuyas características varían de país a país y, dentro de un mismo país, según la época.

Una caracterización del capitalismo industrial del primer cuarto del siglo XX —el capitalismo financiero de comienzos del siglo XXI ha agregado rasgos más negativos— fue dada por el sociólogo alemán Max Weber. El análisis, inicialmente hecho en el prólogo del segundo volumen de sus trabajos sobre la sociología de la religión, se ha incorporado en la versión castellana de La ética protestante y el espíritu del capitalismo de la editorial Istmo. Se identifican allí los siguientes rasgos (pp. 80‑86):

  1. Se practica a través del comercio a gran escala de bienes y servicios de todo tipo a cambio de dinero. Esto excluye el trueque de mercaderías especializadas de orden familiar o local y la guerra continua.
  2. Su finalidad principal, sino la única, es la obtención continua de lucro (ganancia económica). Esto excluye las actividades comerciales de cooperativas genuinas.
  3. Busca maximizar la rentabilidad del capital (su tasa de retorno) por métodos racionales.
  4. Elimina la responsabilidad individual de los actos comerciales trasladándola a la empresa hasta el límite de su capital.
  5. Institucionaliza la especulación con el dinero mediante acciones comercializadas en las bolsas de valores.
  6. Uso de trabajo no esclavo organizado de modo de maximizar la rentabilidad del capital.
  7. Usa métodos racionales para la optimización del funcionamiento de la empresa y la maximización de las ganancias. Estos métodos incluyen la contabilidad y los cálculos de todo tipo.
  8. Organización de la sociedad, especialmente en lo referente a la legislación, para facilitar y promover las operaciones capitalistas.

A este análisis de Weber cabe hacer los siguientes comentarios, en el mismo orden:

  1. Aunque la guerra continua y el control político aparecen excluidos como factores del comercio, en la práctica se llevan a cabo indirectamente por la compra de los poderes políticos. Los empresarios capitalistas no gobiernan ni combaten personalmente, lo hacen indirectamente por medio del dinero, su herramienta principal.
  2. La exclusión de otras consideraciones que no sean las del lucro no se condice con el origen religioso que Weber asigna al capitalismo. Véase, al respecto, el trabajo de Becker y Wössmann.
  3. Este rasgo conduce a la necesidad constante de aumentar la escala de las operaciones, de innovación de los productos comerciados para capturar nuevos mercados y de acortar su vida útil (obsolescencia programada). La racionalidad usada es la estrictamente utilitaria.
  4. Las empresarios pueden eludir responsabilidades declarando su empresa en bancarrota (quiebra comercial). Esto se facilita cuando se crean empresas subsidiarias (filiales encubiertas) en países diferentes de la de su sede central, la que no se hace cargo de sus deudas.
  5. En la actualidad se han multiplicado los medios especulativos en actividades exclusivamente financieras no ligadas a la producción de bienes o servicios de ningún tipo. Este capitalismos financiero ha sido el responsable de las principales crisis económicas del siglo XX y XXI.
  6. El capitalismo considera a la mano de obra como una mercadería más, sujeta a la ley de la oferta y la demanda.
  7. Weber enfatizaba tanto el tema de la racionalidad como el de los valores religiosos de los protestantes, los grandes capitalistas de la época. No discute, salvo tangencialmente, las tecnologías como medio principal de obtención de lucro.
  8. Tres ejemplos destacados son: la inviolabilidad de la propiedad privada; la responsabilidad impersonal y limitada de las empresas hacia sus accionistas y clientes; las acciones de los gobiernos, que pueden llegar a ser armadas, en defensa de sus grandes empresas.

Habría que agregar, además:

  • Valoración del individualismo, de las acciones personales por sobre las comunitarias, de carácter colectivo.
  • Oposición a todo tipo de controles estatales que puedan disminuir la rentabilidad empresaria, aunque acarreen un beneficio comunitario.

Según el historiador y economista colombiano Renán Vega Cantor, doctor por la Universidad de París VIII y profesor titular de la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá:

(...) desde que la vulgata neoliberal se ha constituido en la forma dominante del capitalismo contemporáneo (...) no existe sociedad sino solo individuos (...) éstos son el centro de la vida y con su accionar personal y subjetivo maximizan no solamente riqueza para ellos, sino para el conjunto de la sociedad. Entonces, se exaltó el individualismo como la máxima expresión de la libertad humana. En términos económicos, eso quería decir que los individuos podían enriquecerse, recurriendo a los mecanismos que se les antojaran y, al final, lo importante es que fueran exitosos. No interesa si para ser ganadores se deben matar a miles de personas. Si un individuo lo puede hacer y eso le produce ganancias, en la lógica neoliberal eso no es problemático, porque simplemente hay que eliminar las interferencias que impiden la maximización de ganancias de los sujetos individuales.[1]

Estos análisis no clarifican completamente el "espíritu" del capitalismo, cuyo núcleo principal se encuentra en la manera en que establece las relaciones entre los capitalistas, los usuarios de sus productos, los trabajadores que los producen y los gobiernos a través del dinero y los mercados. Hay un hecho innegable, el creciente predominio del capitalismo no ha mejorado la satisfacción de las necesidades básicas ni la igualdad de condiciones de vida para todas las personas, las ha empeorado (véase los videos em Global Wealth Inequality.

Fuentes

  • Capitalismo en Wikipedia en inglés. La versión castellana de este artículo, aún a nivel introductorio, es deficiente tanto en fuentes como en la buena dilucidación de rasgos.
  • Global Wealth Inequality (Good Map). Video, en inglés, ilustrativo de la creciente desigualdad en la distribución de la riqueza en todo el planeta. Hay un texto en castellano sobre el mismo[2]. El problema es similar en el país más capitalista del planeta, EEUU[3].
  • Becker, Sascha O. & Wössmann; Was Weber wrong? A Human Capital Theory of Protestant Economic History; University of Munich, Ifo Institute; Munich (Alemania); 2007.
  • Camdessus, Michel (entrevista); Ex director del FMI alerta carencias por crisis en sistema capitalista; ARGENPRESS; Ciudad de Buenos Aires; 23 de junio de 2011. La exacerbación de la codicia.
  • Wallerstein, Immanuel; El moderno sistema II: El mercantilismo y la consolidación de la economía-mundo europea, 1600-1750; Siglo Veintiuno Editores; México; 2003 (1ª edición); ISBN 9789682321832.
  • Wallerstein, Immanuel; El moderno sistema mundial III: la segunda era de gran expansión de la economía-mundo capitalista, 1730-1850; Siglo Veintiuno Editores; México; 2006 (2ª edición); ISBN 9789682321573 (Wallerstein MSM3).
  • Weber, Max; La ética protestante y el espíritu del capitalismo; Ediciones Istmo; Madrid (España); 1998; ISBN 9788470903144. Hay una traducción de Denes Martos en versión eléctronica[4].