Herramienta, instrumento, utensilio, útil

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Se discuten aquí las semejanzas y diferencias entre los términos herramienta, instrumento, utensilio, útil. Se usarán para ello tanto las imprecisas definiciones dadas por la 22ª edición del Diccionario de la Lengua Española como los conceptos tecnológicos centrales de energía e información.


Herramienta

Herramienta proviene del latín ferramentum (instrumento de hierro) y —según el Diccionario de la Lengua Española—tiene las siguientes acepciones:

1. f. Instrumento, por lo común de hierro o acero, con que trabajan los artesanos.
2. f. Conjunto de estos instrumentos.
3. f. coloq. Arma blanca, puñal, navaja, faca.
4. f. coloq. Cuernos de algunos animales, como el toro y el ciervo.
5. f. coloq. Dientes de la boca de una persona o de un animal.
6. f. ant. herraje.

La acepciones 1 y 2, salvo la diferencia en el número, hacen de la herramienta un caso particular de instrumento (véase la siguiente sección), los hechos de hierro. Las acepciones 3, 4 y 5 ejemplifican casos de uso para cortar, perforar y triturar, es decir, de aplicación de fuerzas (energía) para destruir parcial o totalmente materiales, sean tejidos humanos (armas) y animales (cuernos) o alimentos (dientes). El caso 6 es un uso caduco que recupera el rasgo original de estar hecho de hierro. El material no es indiferente, ya que en la aplicación de fuerza los materiales más perdurables y más versátiles (el bronce es igualmente duro, pero es más difícil darle forma) son el hierro y sus aleaciones (distintos tipos de aceros). Por ello, el rasgo que diferencia a los instrumentos de las herramientas es que éstas se usan principalmente para aplicar fuerzas (energía).

En el artículo útiles básicos hay numerosos ejemplos de herramientas de uso común.

En Argentina es frecuente el uso de herramienta como sinónimo de medio, lo que se usa para hacer posible algo. Dada la connotación de uso de fuerza que tiene la herramienta para esta acepción es preferible usar instrumento, especialmente en los casos en que se habla de trabajo intelectual (véase, en la sección siguiente, la acepción 3 del Diccionario de la Lengua Española).

Instrumento

Instrumento proviene del latín instrumentum y tiene las siguientes acepciones:

1. m. Conjunto de diversas piezas combinadas adecuadamente para que sirva con determinado objeto en el ejercicio de las artes y oficios.
2. m. ingenio (máquina).
3. m. Aquello de que nos servimos para hacer algo.
4. m. instrumento musical.
5. m. Aquello que sirve de medio para hacer algo o conseguir un fin.
6. m. Der. Escritura, papel o documento con que se justifica o prueba algo.

Las acepciones 3 y 5, esencialmente idénticas, asignan a los instrumentos el rasgo de ser un medio para hacer algo (conseguir un fin). La 1 y 2 le asignan 2 rasgos: ser artificial, al ser piezas deliberadamente estructuradas (combinadas adecuadamente y máquina), cosa que en esta enciclopedia se denomina artefacto); tener una función (servir con determinado objeto, ingenio) en el ejercicio de las artes (técnicas) y los oficios. La acepción 4 es sólo un ejemplo de instrumentos, los musicales, pero hay muchos más que interesa identificar para precisar el concepto:

  • instrumentos de medición: anemómetro, balanza, barómetro, cinta métrica, espectroscopio, goniómetro, termómetro, velocímetro...
  • instrumentos ópticos: anteojos, binoculares, microscopio, telescopio...
  • instrumentos o instrumental quirúrgico: bisturí, erina, retractor...

La acepción 6 parece estar totalmente desvinculada de las demás, pero no es así. Se trata de un uso figurado que comparte con las restantes al menos un rasgo crucial, el de ser un medio para cumplir una función. Como se verá enseguida, comparte además otro rasgo de gran importancia.

Todos los ejemplos dados, que pueden multiplicarse, tienen también e1 rasgo común de estar relacionados con información de algún tipo. Esto resulta evidente en el caso de las mediciones, cuyo resultados son datos (las unidades mínimas de información) consistentes en números y unidades de medida. También el caso de los instrumentos ópticos, que mejoran la información visual. No es tan evidente para los instrumentos musicales hasta que se comprende que para ejecutar una pieza se necesita ejecutar sonidos de tono bien definido en un orden prefijado; es decir, información que puede estar registrada en una partitura musical o en la memoria. Para el caso quirúrgico es mejor analizar un caso concreto. Un bisturí no difiere mucho de la cuchilla usada en aeromodelismo, que es considerada una herramienta, pero su buen uso requiere de saberes de Anatomía, de la ubicación precisa del problema mediante radiografías, resonancias magnéticas, ecografías u otros medios de recolectar información. Algo similar sucede con todo el instrumental quirúrgico.

El rasgo común a todas las acepciones es medio para cumplir una función y el uso más generalizado tiene el rasgo común de que involucra críticamente el uso de información.

En el artículo útiles básicos hay varios ejemplos de instrumentos de uso común.

Utensilios

Utensilio provienes del latín utensilis, algo útil, necesario. Sus acepciones son:

1. m. Cosa que sirve para el uso manual y frecuente. U. m. en pl. Utensilio de cocina, de la mesa.
2. m. Herramienta o instrumento de un oficio o arte. U. m. en pl.
3. m. Mil. Cama con sus ropas, enseres, combustible y eventualmente efectos para el alumbrado, que la Administración militar asigna a los soldados en los cuarteles o, en lo procedente, en los estacionamientos.
4. m. Mil. p. us. Auxilio que debe dar el patrón al soldado alojado en su casa, o sea, cama, agua, sal, vinagre, luz y asiento a la lumbre.

Todas las acepciones comparten el rasgo medio para cumplir una función, siendo la 1 y 2 usos muy difundidos en Argentina. Las acepciones 3 y 4 son exclusivamente militares y probablemente más difundidas en España que en otros países de habla castellana. De las dos primeras acepciones la más generalizada es la primera, sirviendo para designar artefactos de uso manual muy variado que incluyen, por ejemplo, abrelatas, cuchara, cuchillo, olla, pava, plato, aunque su uso más frecuente refiera a los útiles necesarios para cocinar. Como lo que es "de uso frecuente" varía según la actividad normal del hablante, es lícito que designe a todos sus útiles como utensilios, sean herramientas o instrumentos.

En Argentina algunas personas escriben utencillo en vez de utensilio, error proveniente de que en nuestro país la pronunciación de ambas palabras es idéntica (no así en España y otros países latinoamericanos). Es un error no convalidado por los diccionarios.

Útiles

Útil proviene del francés outil y corresponde indistintamente a los utensilios y a las herramientas.

1. m. utensilio (herramienta). U. m. en pl.

En Argentina se usa especialmente para designar todos los elementos auxiliares que los alumnos deben llevar a la escuela para poder hacer bien sus tareas, lo que incluye elementos como bolígrafo, compás, cuaderno, goma de borrar, lápiz, transportador, muchos de los cuales son instrumentos por su rasgo información. Por ello, los útiles de los argentinos necesariamente incluyen a los instrumentos.

Términos preferidos en esta Enciclopedia

  • útil: todo tipo de artefacto de manejo manual que sirve o es un medio para cumplir una función bien definida. Los útiles incluyen a las herramientas, instrumentos y utensilios.
  • herramienta: útil mayoritariamente usado para aplicar energía (fuerzas) a objetos, por lo que usualmente (aunque no siempre) está hecho de acero.
  • instrumento: útil cuya función principal es proporcionar información o que requiere más uso de información que de energía.
  • utensilio: útil de uso común y predominantemente casero.

Estas acepciones no se brindan con carácter excluyente (la acepciones las determinan los hablantes, no los diccionarios) sino para precisar mejor los significados principales, sobre todo en sus usos figurados. Por ejemplo, mientras que herramienta legal puede algunas veces sugerir correctamente el uso de la fuerza (policía), en herramienta didáctica esta connotación es indeseable, siendo más apropiado hablar de instrumento didáctico.

Los útiles como extensiones del cuerpo

Imagen de rayos X que ilustra la
buena adaptación de la mano a una pinza.
Un útil bien construido se siente casi como parte del cuerpo, lo que nos sucede también con la ropa (un enser, no un útil), pero no con otros artefactos. Esto se debe en buena parte a su tamaño y al hecho de que son usualmente manipulables, portátiles y operables sólo con las manos. Cuando nos hacemos diestros en su uso, hecho normal en los artesanos, los sentimos integrados a nuestro cuerpo, lo que se refleja en el modo en que hablamos de ellos. Por ejemplo, somos golpeados por una piedra o un objeto cualquiera en movimiento, pero con un martillo o un útil. La preposición con se usa de modo regular con los útiles del mismo modo que se usa con las personas:
—Fui al cine con Juan.
—Uní los cables con el soldador.

La relación de cercanía que se establece con el uso de con puede parecernos natural porque lo adquirimos de muy pequeños, pero no lo es. Además, dado que el uso de las preposiciones es muy distinto en lenguas diferentes, es notable que suceda lo mismo también en idioma inglés (with) y francés (avec), donde los orígenes históricos y culturales son muy diferentes.

Sentir que un útil es una extensión del cuerpo es tanto un rasgo del útil como del cuerpo. Requiere que el útil esté bien diseñado de modo que su uso se haga de modo cómodo, natural, lo que es un rasgo del útil resultante de ese diseño. También requiere un aprendizaje de su modo de uso, de la aplicación de energía por los músculos y de su control por el sistema nervioso a través de información obtenida por los órganos de los sentidos (tacto, vista...). Esta capacidad sensorio-motriz es un rasgo del cuerpo humano que lo hace especialmente apto para el uso de útiles.

La necesidad de un buen diseño de los útiles manuales (los que se operan exclusivamente con la mano) para que sean de uso cómodo se ponen claramente de manifiesto en el caso de los zurdos. Hay numerosos útiles que no pueden ser bien usados por personas zurdas porque están diseñados para diestras, como abrelatas, sacapuntas y tijeras. En Argentina es muy difícil conseguir las versiones para zurdos de éstos y muchos otros útiles[1].

Etnología de los útiles

La etnología de los útiles consiste en la descripción y fundamentación de los útiles usados por diferentes culturas. Incluye tanto su función y principio de funcionamiento como la influencia del modo de usarlos y de la disponibilidad de los materiales para su construcción y de las técnicas para trabajarlos. El tema ha sido detalladamente discutido por Leroi-Gourhan.

Fuentes

  • Leroi-Gourhan, André; El Hombre y la materia (Evolución y técnica I); Taurus Ediciones, Grupo Santillana; Madrid (España); 1988; ISBN 9788430660070 (LeroiGourhan ET1).

Véase también

Fuentes generales

  • Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española.
  • Pittelman, S. & Heimlich, J. & Berglund R. & French, M.; Trabajos con el vocabulario. Análisis de rasgos semánticos; Edit. Aique; Buenos Aires; 1991; ISBN 950-701-065-3.