Moneda nacional

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Se denomina aquí moneda nacional, en sentido ampliado, al dinero en metálico o en billetes que circuló en el actual territorio argentino desde los tiempos precolombinos hasta la actualidad. La función de este artículo es aproximar, aunque sea burdamente, el valor adquisitivo del dinero de diferentes épocas mediante los valores de algunos bienes usuales. Para ello se darán las monedas usadas en lapsos anuales de tiempo.


1812: pesos fuertes

En 1812 el gobierno revolucionario de las Provincias Unidas del Río de la Plata estableció que 1 onza de oro (26,8 gramos, según Panettieri p. 11, aunque la onza castellana equivalía a 28,8 gramos) equivalía a 17 pesos fuertes (también denominados pesos plata o pesos oro). Este peso debe distinguirse del peso sencillo o peso corriente circulante desde la época colonial, moneda de plata que valía entre el 3% y el 6% del peso fuerte. No existían en esta época billetes de papel, aunque los comerciantes y particulares (y algunos gobiernos) acostumbraban establecer por escrito obligaciones de pago que —siempre y cuando la fiabilidad del signatario lo justificara— se negociaban como si fueran moneda metálica. En esa época 1 peso fuerte equivalía a 1 dólar estadounidense.

1822 a 1826: primera emisión de papel moneda

Hasta 1822 la única moneda circulante en el país era la metálica: las monedas de oro, plata y cobre con que se efectuaban las transacciones comerciales, buena parte de ellas provenientes del Alto Perú (actual Bolivia). El 15 de enero de 1822 se creó el Banco de Descuentos, también llamado Banco de Buenos Aires, que hizo la primera emisión de pesos corrientes en papel. Este peso era inicialmente convertible uno a uno en pesos fuertes. El 8 de enero de 1826 el gobierno garantizó las emisiones monetarias del Banco de Descuentos hasta la constitución del Banco Nacional (hecha el 28 del mismo mes) que emitiría la moneda para todo el territorio. La emisión de billetes por el Banco Nacional aumentó de modo tan descontrolado que el 11 de mayo de 1826 el presidente Bernardino Rivadavia debió promulgar una ley, el 11 de mayo de 1826, estableciendo que los billetes debían admitirse en todas las transacciones como moneda corriente. Dada la insdisponibilidad de moneda metálica, ésto significó de hecho la suspensión de la convertibilidad. Cuando cayó el gobierno de Rivadavia en julio de 1827, la cantidad de circulante era $10.215.369. (Panettieri, p. 10.) La circulación de papel moneda estuvo por mucho tiempo limitada a Buenos Aires y en el interior del país se siguió usando durante mucho tiempo moneda metálica.

1864 a 1876: convertibilidad

El 3 de noviembre de 1864 se sancionó la ley que hacía convertibles $ 25 de papel moneda en $F 1 (peso fuerte), aunque no se reunieron los fondos de reserva necesarios para para hacer efectiva la conversión. En 1866 el papel moneda se revalorizó, llegando a cotizarse entre $ 22 y $ 23 por peso fuerte. Los exportadores de lana (entonces la principal venta al exterior), viéndose perjudicados por recibir menor cantidad de pesos por el oro recibido por sus productos, obtuvieron en enero de 1867 la creación de una Oficina de Cambios en el Banco de la Provincia de Buenos Aires. Esta oficina canjeaba los billetes al valor establecido en 1864 de $ 25 de papel moneda por peso fuerte (27,0643 g de oro). La oficina funcionó gracias a la entrada de oro proveniente de la guerra con el Paraguay y de los empréstitos tomados en el extranjero. La crisis económica de 1873‑1876 hizo imposible el mantenimiento de la conversión, que fue suspendida por ley del 17 de mayo de 1876. (Panettieri, p. 11.)

1881-1969: pesos moneda nacional

Durante la presidencia de Julio Argentino Roca, la Ley Nacional N° 1130 creó el peso moneda nacional ($m/n). La ley tuvo como objetivo unificar la moneda erradicando definitivamente el uso de los pesos fuertes, pesos corrientes, reales y pesos bolivianos que circulaban en el interior del país. Para ello se creó en 1880 la Casa de la Moneda de la Nación, equipada con tecnología francesa que le permitió emitir en 1881 el primer papel moneda impreso en el país, aunque usando papel importado y planchas grabadas en el exterior.

Aunque a lo largo del tiempo variaron las figuras usadas en los billetes, el peso moneda nacional perduró como tal hasta 1869. En 1897, por ejemplo, se autorizó a la Caja de Conversión el uso en los billetes de la "efigie del progreso" en lugar de las imágenes de los presidentes, billetes que estuvieron en circulación hasta el año 1942 (véase las imágenes de estos billetes al final de la página). En ese año el Banco Central (creado en 1935) se hizo cargo la impresión de los billetes. Recién en 1951 se imprimieron los primeros billetes integramente producidos en el país. Para ello se incorporaron a la Casa de la Moneda técnicos italianos que formaron la escuela de grabadores que permitió la fabricación local de las planchas.

Fuentes

1970-1983: pesos ley 18.188

Por causa de la inflación se decidió reemplazar los pesos moneda nacional por los pesos ley ($ ley), como se los denominó. El cambio se hizo el 1° de enero de 1970, usando inicialmente los billetes moneda nacional resellados con los valores de equivalencia. El problema inflacionario se agudizó durante las dictaduras militares de comienzos de la década de 1980, llegando a emitirse billetes de $ ley 1.000.000, lo que obligó a a un nuevo reemplazo de moneda. Estos fueron los primeros billetes argentinos cuyo tamaño fue el mismo para todas las denominaciones (1, 5, 10, 50, 100, 500, 1.000, 5.000, 10.000, 50.000, 100.000, 500.000, 1.000.000), práctica que se mantuvo en lo sucesivo.

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1983-1985: pesos argentinos

El dictador Reynaldo Bignone, por Decreto PEN N° 22707/83 creó el peso argentino, equivalente a 10.000 pesos ley, moneda que sólo perduró hasta 1985.

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1985-1992: australes

Durante la presidencia de Raúl Alfonsín el ministro de Economía Juan Vital Sourrouille reemplazó el peso argentino por el austral, moneda del mismo nombre que el Plan Austral puesto en práctica para terminar con el problema de la inflación. El cambio se implantó por el Decreto PEN N° 1093 del 14 de junio de 1985, haciendo que 1 austral equivaliera a 1.000 pesos argentinos e implantando un sistema de desagio en los contratos económicos vigentes en ese momento. El plan fue inicialmente exitoso en la contención de la inflación, pero la inestabilidad política y la poca pericia económica de los ministros de Alfonsín reactivaron el problema. En 1989 llegaron a emitirse billetes de 500.000 australes.

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1992 hasta la actualidad: pesos

En 1992, durante la presidencia de Carlos Saúl Menem, el austral fue reemplazado por el peso, a secas, equivalente a 10.000 australes. Durante la vigencia de la denominada Ley de Convertibilidad, hasta comienzos del 2002, 1 peso equivalía a 1 dólar estadounidense. En mayo de 2010 $ 1 =U$S&nbsp3,93.

Fuentes

Fuentes generales

  • Álvarez, Juan; Temas de historia económica argentina; Buenos Aires; 1914.
  • Brown, Jonathan; Historia socioeconómica de la Argentina. 1776‑1860; Siglo Veintiuno de Argentina Editores; Buenos Aires; 2002.
  • Calniquer Cayani, Marcelo; Una reseña gráfica de la historia de la moneda argentina. Da las imágenes de gran cantidad de billetes, monedas y cuasimonedas de Argentina.
  • Oddone, Jacinto; La burguesía terrateniente argentina; Madrid (España); 1935.
  • Ferrer, Aldo; La economía argentina´´; Fondo de Cultura Económica; Argentina - México; 1963 y reediciones posteriores.
  • Panettieri, José; Devaluaciones de la moneda (1822‑1935); CEAL; Buenos Aires; 1983.

Imágenes de algunos billetes argentinos