Técnica
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Una técnica, del griego, τέχνη (técne, destreza) es un procedimiento o conjunto de reglas cuyo objetivo es obtener un resultado predeterminado, sea en el campo de las ciencias y tecnologías, de la acción racional o el de cualquier actividad manual o intelectual. Hasta la década de 1980 en Argentina se usaba técnica como sinónimo de tecnología, pero hoy no es así. Todas las tecnologías usan técnicas de algún tipo, pero una técnica no es una tecnología, sino sólo una parte de ella.
Rasgos comunes de las técnicas
Aunque hay una gran cantidad de técnicas con objetivos muy variados, todas ellas tienen rasgos comunes que permiten reconocerlas como tales. Los siguientes son algunos de esos rasgos.
- Son regladas y relativamente invariables en una cultura o grupo humano cualquiera y en un ámbito geográfico o un tiempo particular. Las técnicas de encender fuego son diferentes para una tribu amazónica que para el habitante de una gran ciudad; son diferentes para encender un cigarrillo que para un horno de cocina. Son muy similares para distintas personas de un mismo grupo en una situación similar (aplicables con escasas diferencias a distintos lugares del bosque o varias marcas de cocina).
- Son transmisibles y alguien que no las conozca puede aprenderlas por transmisión de información de modo verbal o escrito o visual (video), por imitación (viendo a otra persona usarla de modo reiterado) o por interacción personal con un experto en la técnica (caso del aprendizaje de cualquier artesanía).
- Son eficaces, es decir, permiten obtener el resultado deseado aunque no necesariamente de la manera más eficiente posible.
- El éxito de la técnica para la obtención del resultado deseado presupone el método céteris páribus. Es decir, para que la técnica funcione ciertas condiciones exteriores al sujeto deben ser aproximadamente iguales. Por ejemplo: no se puede encender fuego frotando maderas bajo la lluvia; el cigarrillo debe estar seco; la hornalla debe ser de combustible gaseoso y su llave debe estar suficientemente abierta.
- No son invariables y pueden ser modificadas o reemplazadas cuando se inventa o descubre otra mejor. Es decir, las técnicas evolucionan en el transcurso del tiempo, como se ejemplifica en el artículo lámpara eléctrica incandescente.
El uso de útiles no es un rasgo común a todas las técnicas, ni siquiera a las manuales. Por ejemplo, se pueden trenzar tientos de cuero para hacer lazos usando sólo las manos, aunque no se pueda fabricar tientos a partir del cuero si no se tiene un buen cuchillo.
Las técnicas son invenciones humanas pero no es cierto que sólo las personas pueden desarrollar técnicas. Hay algunos animales que también tienen esa capacidad, caso de las águilas que dejan caer huevos desde cierta altura para romperlos y sorber el contenido, o los chimpancés que cazan usando lanzas afiladas con los dientes.[1]
Ejemplos de técnicas
- Algoritmos matemáticos, como la multiplicación de 2 números.
- Detección de pérdidas de gas en una cañería.
- Hechura de nudos.
- Manera de uso de una herramienta para un cierto fin, como el de la tenaza para sacar un clavo.
- Forma de organización de una tarea, como una cola para sacar una entrada en un cine.
- Modo de mezclar y aplicar óleos de diferentes colores para hacer un cuadro, así como de distribuirlos sobre la tela con pinceles.
- Forma de ejecución de un instrumento, como la prensión de las cuerdas en los diferentes trastes de un guitarra y su pulsado para hacerlas vibrar.
- Fabricación de un producto a partir de la combinación de ciertas insumos, como la de pan a partir de harina, agua y levadura.
- Reparación de un artefacto descompuesto, como el cambio de enchufe de un velador.
Fuentes
- Leroi-Gourhan, André; El hombre y la materia; Edit. Taurus; Madrid (España); 1988; ISBN 84-306-6007-0.
- Leroi-Gourhan, André; El medio y la técnica; Edit. Taurus; Madrid (España); 1989; ISBN 84-306-6008-9.