Es muy frecuente escuchar en los órganos legislativos municipales, provinciales y nacionales la justificación de entregas del patrimonio público, como son los bosques, hechas a la ligera a empresas que supuestamente brindarán puestos de trabajo. Como ilustra el caso de La Forestal, el deseado pan de hoy puede ser la miseria de mañana. El resultado de la inversión de capital industrial más grande que recibió Argentina a comienzos del siglo XX no fué 55 años de bonanza para los trabajadores; fue la explotación extrema, con sangrientas revueltas y represiones, y la pérdida, por muchos siglos sino para siempre, de la capacidad productiva de un área equivalente a la de la provincia de Tucumán.
En noviembre de 1954, para presevar los bosques restantes de quebracho colorado, se creó el [==Causas y consecuencias de la explotación==
La iniciación de actividades de la empresa en 1906 fue recibida con alborozo porque iba a brindar trabajo en una zona donde era notoriamente escaso, y donde el nivel de vida de la población era muy bajo. Cuando La Forestal cerró dejó un panorama desolador. Más de 2.000.000 ha habían quedado casi totalmente deforestadas. Donde antes prosperaban majestuosos árboles, ahora sólo crecían, en el mejor de los casos, arbustos leñosos (vinales) o en el peor espinillos y cactus. La erosión resultante por la falta de cubierta protectora de los árboles hizo que el proceso sea prácticamente irreversible, al menos al mediano plazo, sin mediar una reforestación de costo casi imposible de afrontar. La pérdida de la capacidad de retención de agua del suelo por la desaparición de la cubierta orgánica ha modificado también irreversiblemente el régimen hídrico de toda la zona, lavando minerales esenciales para su fertilidad. Algunas especies animales originalmente abundantes en la zona, como el ciervo de las pampas, están prácticamente extinguidas. Otras —como jaguar, aguará-guazú, tatú carreta, oso hormiguero, ciervo de los pantanos, tapir, pecarí, corzuela, gato del monte, avestruz, loro hablador, yacaré, tortuga— han disminuido mucho en número.
Las consecuencias sociales, igualmente devastadoras, han sido detalladamente descriptas en el informe presentado en 1964 por la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe (Acevedo, pp. 130‑143) y visualmente noveladas en la película Quebracho.
El informe del gobernador del Chaco en 1906 muestra que ya entonces, al comienzo de la explotación, se tenía conciencia de los problemas que se estaban generando: no hubo aquí imprevisión sino inacción o corrupción. No había entonces legislación protectora del medio ambiente, pero fue una oportunidad de formularla para impedir al menos la repetición de hechos de este tipo, oportunidad que los legisladores no tomaron. La tala del bosque podría haberse hecho de manera sustentable sin perjuicio económico de la explotación; los gobiernos pudieron tomar recaudos suficientes de reforestación —tema bien conocido en la época— y la reversión al patrimonio comunitario de la infraestructura construida por la empresa.
Es muy frecuente escuchar en los órganos legislativos municipales, provinciales y nacionales la justificación de entregas del patrimonio público, como son los bosques, hechas a la ligera a empresas que supuestamente brindarán puestos de trabajo. Como ilustra el caso de La Forestal, el deseado pan de hoy puede ser la miseria de mañana. El resultado de la inversión de capital industrial más grande que recibió Argentina a comienzos del siglo XX no fué 55 años de bonanza para los trabajadores; fue la explotación extrema, con sangrientas revueltas y represiones, y la pérdida, por muchos siglos sino para siempre, de la capacidad productiva de un área equivalente a la de la provincia de Tucumán.
En noviembre de 1954, para presevar los bosques restantes de quebracho colorado, se creó el Parque Nacional Chacocon una superifice de 15.000 ha.[http://www.telam.com.ar/vernota.php?tipo=N&idPub=216707&id=199511
===Fuentes===
* {{Diario|TELAM|San Martín, Alejandro|El último refugio del quebracho colorado|leído el 27 de marzo de 2011|http://www.telam.com.ar/vernota.php?tipo=N&idPub=216707&id=199511}}.
Parque Nacional Chaco], con una superifice de 15.000 ha.[http://www.telam.com.ar/vernota.php?tipo=N&idPub=216707&id=199511
===Fuentes===
* {{Diario|TELAM|San Martín, Alejandro|El último refugio del quebracho colorado|leído el 27 de marzo de 2011|http://www.telam.com.ar/vernota.php?tipo=N&idPub=216707&id=199511}}.