Propiedad intelectual

La enciclopedia de ciencias y tecnologías en Argentina

Con el advenimiento de Internet se ha reavivado la polémica y la lucha por el derecho al libre acceso a obras artísticas e información de todo tipo. El derecho a obtener beneficios por las obras intelectuales se expresa en la legislación que protege la propiedad intelectual. Un planteo simplista del tema lo reduce a la oposición entre el derecho a vivir del producto del trabajo intelectual y el derecho de terceros a disfrutarlo. En la práctica los beneficiarios principales no son los autores de la obra sino intermediarios como las editoras - distribuidoras de libros, música y películas, o grandes compañías tecnológicas. Asimismo, ningun creador trabaja en un vacío cultural, se beneficia de todas las creaciones anteriores a la suya a las cuales usualmente (salvo en el caso científico) no reconoce su aporte. Asimismo, caso de las vacunas, remedios y artefactos médicos patentados, las restricciones al acceso de ciertos productos intelectuales puede entrar en conflicto con derechos humanos básicos.


Historia

El origen de la propiedad intelectual ha sido rastreado hasta la Venecia del siglo XV (1474), ciudad-república que entonces dominaba el comercio por vía marítima de todo el continente europeo. Su objetivo era proteger inversiones relacionadas con innovaciones en una sociedad que ya era claramente capitalista. A diferencia del sistema actual, el sistema incluía una licencia de realización de las actividades directamente relacionadas con la innovación que se deseaba proteger. Las normas venecianas incluían los siguientes aspectos:[1]

  • Otorgamiento del monopolio, por tiempo limitado, del uso de la invención por el inventor.
  • La invención debía ser útil en algún sentido bien especificado.
  • El derecho era transferible entre personas vivas o a herederos en caso de fallecimiento del propietario.
  • La invención debía ser original, no haber sido usada antes en el territorio de la República de Venecia.

Las regulaciones venecianas de 1474 precedieron por mucho a las leyes de monopolio de Gran Bretaña del siglo XVII (Statute of Monopolies de 1624), usualmente consideradas las primeras en este campo.

Fuentes

La información, ¿es una mercancía?

La información, a diferencia de los bienes transables (mercancías):

  • No se consume.
  • Se multiplica y genera variantes.
  • Su costo de almacenamiento corre por cuenta del usuario, no del productor original ni los distribuidores.
  • Está basada en información previa que le sirve de base, por la que en la mayoría de los casos no solo no paga derechos sino siquiera le da reconocimiento.
  • ...

Fuentes

Véase también